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El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, presentó ayer su dimisión con el objetivo de acelerar su relevo al frente de la patronal. Quintás deja así su cargo contra el argumento esgrimido por algunas cajas de que no se podría nombrar a un presidente de la patronal mientras otra persona ocupase ese cargo, por lo que así deja vía libre para el nombramiento de su sustituto.
Hace dos años el Consejo de la CECA eligió por unanimidad a José Antonio Olavarrieta como director general de la organización, por lo que realiza desde entonces las labores ejecutivas al frente de la patronal en sustitución de Quintás, que dejó este cargo al cumplir 65 años, edad de jubilación para este puesto.
Dentro de un mes
La sustitución en la presidencia de la CECA se producirá previsiblemente el próximo 20 de abril, fecha en la que la entidad tendrá que afrontar la celebración de un consejo de administración sobre la sustitución.
El consejo de administración de la CECA, que se reunió ayer en Sevilla, no logró alcanzar el consenso necesario para elegir al sustituto de Quintás, ya que cuenta con dos candidatos principales, el presidente de La Caixa y el de Ibercaja, Amado Franco.
Según explicaron fuentes financieras, en la reunión de ayer, las discrepancias surgidas en torno a si el presidente de la CECA debería ser el dirigente de una gran caja o de una mediana, pospuso el debate.
En el encuentro se enfrentaron los miembros de la CECA que consideran que el nuevo presidente debe proceder de una caja mediana, al creer que representa mejor los intereses del sector, con los que proponen que para dialogar con el Gobierno en el escenario actual y con la reestructuración financiera en marcha es necesario que el presidente de la patronal lo sea también de una gran caja.