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El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, calificó ayer de «amigos» al Rey Don Juan Carlos y al jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, al tiempo que abogó por dar un impulso a las relaciones bilaterales «en condición de igualdad y afecto».

En declaraciones a los medios de comunicación a la salida del hotel donde se alojó anoche, Chávez explicó que su breve visita a España de regreso a Caracas tras una gira por el norte de Africa, Oriente Próximo y el este de Europa, «es una parada de trabajo y de afecto».

«Nos hemos detenido aquí para una reunión de amigos, somos amigos del presidente Zapatero, del Rey Don Juan Carlos, para conversar sobre la política y la economía», señaló el mandatario venezolano, quien insistió en que la relación entre los dos países es «muy importante».

Seguidores
Al salir del hotel en el que se hospedó antes de partir al Palacio de la Moncloa para reunirse con Zapatero, Chávez saludó a varias decenas de seguidores que se habían congregado en el lugar con pancartas en las que se podía leer «Bienvenido presidente» o «Chávez, amigo, España está contigo».

El presidente venezolano aseguró en sus declaraciones a la prensa que los contratos de las empresas españolas en Venezuela ascienden a 8.000 millones de euros, una cifra que calificó de «bastante grande» que hay que «cuidar». Según subrayó, «España es un país muy importante para nosotros y tenemos grandes amigos aquí».

En cuanto a la oposición que hay en nuestro país hacia su Gobierno e ideología, a la que consideró «mediática» y «furibunda», Chávez aseguró que no le hace «ni caso». «Como Cantinflas: 'yo a ti ni te ignoro'», apuntó.

Por otra parte, el coordinador de relaciones internacionales del PP, Jorge Moragas, aseguró calificó de «radical y excéntrica» la política exterior del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al hilo de la visita de Chávez.

Moragas considera que este viaje no oficial del mandatario tendrá una «derivada perjudicial» para los intereses generales de la política exterior española, ya que, en su opinión, al no haber trascendido el contenido de la urgencia de la visita no se entiende «el plantón» al Gobierno israelí.