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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que estaría dispuesto a «arriesgar», algo que tendrían que hacer todas las partes, para conseguir el fin de la violencia, pero insistió en que ETA debe «cesar el ruido de las armas y las bombas» antes de que el Gobierno esté dispuesto a escuchar.

Y eso incluye a la ilegalizada Batasuna, que no podrá presentarse a las próximas elecciones autonómicas vascas. «Aquéllos que escuchan de manera contemplativa, o guardan silencio, o secundan la violencia deben saber que no estarán en las instituciones democráticas», aseguró Zapatero, que recordó que la democracia es el sistema más generoso de convivencia que la humanidad ha concebido y que tiene el límite del «respeto esencial a los derechos humanos».

El presidente del PP, Mariano Rajoy, solicitó que sea el propio Zapatero quien le confirme en persona que no existe en estos momentos una negociación con la banda terrorista, algo que el Ejecutivo y su presidente han negado públicamente en numerosas ocasiones.

Zapatero aseguró que «todo aquél que quiera afrontar el tema del terrorismo teniendo una parte de horizonte de ver el fin de la violencia tendrá que arriesgar». En todo caso, y antes de conocer la última operación antiterrorista en Valencia, fue tajante: «El destino de ETA, y es conveniente que lo entienda cuanto antes, no es otro que el fin de la violencia y la seguridad de que a través de la violencia no se consigue ningún beneficio político».

El jefe del Ejecutivo, con esta situación, insistió una vez más en que no existe un proceso de diálogo con ETA. Por eso, se mostró molesto con las afirmaciones de algunos dirigentes del PP. «No puedo dejar de expresar mi sorpresa por la actitud de algunos que, sin haber fase de escuchar, de dialogar, y mucho menos de negociar, estén, digamos, no demostrando un especial empeño en el apoyo a lo que tiene que ser la lucha antiterrorista», dijo, máxime cuando el Gobierno del PP llegó a abrir un proceso de diálogo con ETA y su presidente, José María Aznar, utilizó el término Movimiento de Liberación Nacional para referirse a los violentos.

Por su parte, el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, dijo ayer que Zapatero debe aclarar «qué quiere decir arriesgar» para conseguir una solución para el terrorismo y que, desde su equipo de gobierno, «cierren la ambigüedad» de sus declaraciones sobre el camino a seguir para combatir a ETA.

Eduardo Zaplana aseguró que no hay ningún mecanismo de negociación con ETA y advirtió de que cada acción terrorista sólo tiene como final la cárcel, pero Zaplana lamentó que se esté «abusando en exceso de declaraciones ambiguas» y echó en falta una «condena con rotundidad».