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OTR/PRESS-SAN SEBASTIAN El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, realizó ayer una seria advertencia al Gobierno central. Si éste no transfiere la totalidad de las competencias que reclama el autonómico, el PNV podría llegar a no acatar «las reglas del juego». Esa es la respuesta a la carta remitida al lehendakari, Juan José Ibarretxe, por el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas. La misiva es, para el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, «una torpeza política» y «una burla a la sociedad vasca». El PP considera que la misiva ha demostrado que el Ejecutivo autonómico no quiere negociar, sino romper con el marco constitucional.

Arzalluz aseguró que el PNV se comprometió con las reglas del juego «en la medida en que los contenidos estatutarios se desarrollaran». Si persiste «esa especie de voluntad unilateral de imponer o de no desarrollar» el Estatuto de Gernika, «bien podría llegar el momento en que nosotros dijéramos, 'bueno, qué andamos nosotros aquí guardando las reglas del juego que ellos no guardan'».

«Si en 23 años no han cumplido su parte de condición, uno se pregunta hasta qué punto está obligado a acatar el sistema y hasta cuándo va a seguir esto», dijo un Arzalluz que acusó al Gobierno central de «fraude» y de tener el Estatuto «hecho unos zorros». «El no aceptar que una nacionalidad no posea el derecho de autodeterminación es vivir fuera de tiempo», añadió. «Nuestra tarea fundamental va a ser llenar el Estatuto para crear el futuro desde las mismas afirmaciones estatutarias», dijo Arzalluz
El presidente peneuvista no sólo lanzó esta amenaza, sino que advirtió nuevamente de la posibilidad de celebrar una consulta, aunque dejando la puerta abierta a que no se recurra a las urnas. «Esta consulta popular se manifiesta de muchas maneras, a través del voto, de pronunciamientos concretos, de plebiscitos y, otras veces, con manifestaciones masivas en la calle», dijo, porque «la voluntad de un pueblo da para mucho».