Ródenas llegó a la Audiencia en un furgón de la Guardia Civil. Foto: ALFAQUI

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TERESA PASCUAL-MADRID Según fuentes jurídicas, Purificación Ródenas ha reconocido ante el juez haber dado alojamiento en enero del presente año "durante cinco días" a Fernando García Jodrá, y a Marina Bernadó. Ródenas también admitió que conocía la pertenencia de sus 'huéspedes' a ETA y que actuó movida por la amistad que la une a Marina Bernadó "huída de la Justicia" y por la conflictiva situación personal que vivía como consecuencia de la reciente muerte de su compañero sentimental. Afirmó la acusada que la muerte del joven le produjo cierto estado de confusión mental y que estaba muy deprimida. También que no podía negarse a hacer un favor a su mejor amiga, en referencia a Marina Bernadó.

Purificación Ródenas llegó a la Audiencia Nacional en torno a las ocho y media de la mañana, y tras ser revisada por el médico forense de los juzgados y después de que se realizaran las diligencias oportunas, pasó a la sala 5ª donde la esperaba el juez Garzón. Después de casi tres horas de declaración salió esposada y escoltada por dos agentes del cuerpo Nacional de Policía. Ródenas, cabizbaja, con el rostro muy afligido y con unas profundas ojeras que denotaban su cansancio, fue trasladada a los calabozos de la Audiencia de donde salió horas después en un furgón policial. La joven vestía ropas de estética punk.

Tras su estancia en el domicilio de Ródenas, Bernadó trasladó a García Jodrá a Francia en una moto de gran cilindrada y después regresó a Barcelona, según se desprende de lo investigado por la Guardia Civil y de las declaraciones de los detenidos en esta operación en la que ha sido desarticulado el reconstituido «comando Barcelona» o «Gorbea». Las fuentes consultadas relataron que cuando el pasado 11 de enero fueron detenidos los presuntos integrantes del anterior «comando», José Ignacio Krutxaga y Lierni Armendariz, Bernadó acudió a casa de Ródenas acompañada de García Jodrá al que presentó como un miembro de ETA que huía de la policía.

El juez Baltasar Garzón ha decretado para Purificación Ródenas prisión incondicional a la espera de juicio. La condena podría ser de hasta seis años en el caso de que la presunta colaboradora de la banda ETA resultara culpable de las acusaciones que se le imputan. No hay que olvidar que Garzón decretó el martes prisión incondicional para Fernando García Jodrá, Nerea Bengoa y Unai López, como presuntos miembros del reconstituido comando Barcelona; que Jodrá también formó parte de la anterior célula terrorista del mismo nombre y que ha participado en los asesinatos del ex ministro socialista Ernest Lluc, del guardia urbano Juan Miguel Gervilla y del concejal del PP de Viladecavalls (Barcelona) Francisco Cano Consuegra.