L a marca bitránica perteneciente actualmente al grupo industrial y automovilístico indio Tata Motors, desde hace unos años, se ha puesto mucho y bien las pilas para ofrecer unos productos que sobresalen respecto a la competencia, y el nuevo Discovery no hace más que confirmar este supuesto, ya que sigue muy de cerca la línea marcada por el Velar y que poco a poco se ha ido incorporando al resto de vehículos de la gama.
A pesar de parecer que este modelo es un simple lavado de cara del anterior, en realidad los cambios en este nuevo vehículo son más que aparentes. Los faros son más radicales, sobre todo los delanteros, con una iluminación led de lo más efectiva. La estética posterior es de gran todo terreno moderno, con unas luces led de lo más discretas y el nombre del vehículo destacando en el centro.
Concesionario
Quality Center
Precio desde
39.400 €
Este modelo hereda la última plataforma creada en la casa y estrenada en el Evoque, la denominada Arquitectura Premium Transversal, que no sólo se caracteriza por ser de tipo multimaterial, sino también por ser un 10 por ciento más rígida que la arquitectura saliente y, especialmente, porque admite diferentes tipos de hibridación.
Existen dos versiones en motores de gasolina y tres diésel. La que nosotros hemos probado es el D180, un propulsor diésel de 1.999 cc, que desarrolla 180 CV de potencia. Se trata de un motor que tiene una gran fuerza, cuyo nuevo cambio automático de 9 relaciones de procedencia ZF permite un escalonamiento muy acertado para carretera, así como una robustez a toda prueba para avanzar con absoluta finura y delicadeza sobre orografía muy complicada fuera del asfalto.
Las prestaciones demuestran este carácter bastante dinámico del vehículo, ya que los 9,7 segundos que tarda para llegar a 100 Km/h con salida parada o los 202 Km/h de velocidad máxima son valores más que interesantes para un modelo de estas dimensiones.
El consumo también es bastante contenido, ya que los 5,6 litros/ 100 Km anunciados por la marca, nosotros sólo los hemos subido hasta los 7, que también es una cifra muy ajustada para un vehículo de estas características.
A diferencia del exterior, que varía parcialmente, el interior del Land Rover Discovery Sport cambia por completo. Comparte algunos elementos con el Evoque, como el volante o el selector del cambio, mientras que el resto del salpicadero es nuevo y hace un guiño al Velar. La consola central combina, de forma muy acertada, controles táctiles con botones físicos y mandos giratorios. Como curiosidad, el selector que regula la temperatura del acompañante sirve también para conmutar entre los modos de conducción del Terrain Response.
La habitabilidad sigue siendo, sin duda, uno de los puntos fuertes del Discovery Sport, sobre todo en lo referente al espacio para las piernas que tienen los pasajeros de la segunda fila. La anchura en estas plazas es suficiente para tres adultos de complexión media, aunque el asiento central es más incómodo que los laterales. Existe la posibilidad de equiparlo con una tercera hilera de asientos que queda a ras de suelo del maletero cuando no se utiliza, y es más cómoda que la de algunos vehículos de la competencia que incluyen esta posibilidad.
Como curiosidad, indicar que este modelo con este mismo propulsor fue capaz de arrastrar el peso de tres vagones de tren (108 toneladas), que es el equivalente a un Boeing-757, para lo que sólo tuvieron que cambiar los neumáticos utilizados. Potencia no le falta desde luego.
Lo mejor: Su interior amplio y cómodo y su versatilidad son dos de los aspectos más destacables en este vehículo todo terreno.
Lo peor: La poca visibilidad posterior y el volante algo grande son dos de los aspectos mejorables en este modelo tan práctico y cómodo.
Ficha técnica
Motor: D180
Cilindrada: 1.999 cc
Combustible: Gasóleo
Potencia máxima (CV/rpm): 180 CV / 4.000 rpm
Aceleración 0-100 Km/h: 9,7 segundos
Velocidad máxima (Km/h): 202 Km/h
Consumo combinado (l/100Km): 5,6 l/100 km
Volumen maletero (l.): 541 l.
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