La marca sueca lo vuelve a intentar con este automóvil que ofrece una estética moderna y elegante, además de equipar los buenos motores que ha introducido en el mercado

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Cada vez que pruebo un vehículo tipo berlina o familiar pienso que es una pena que hayan quedado relegados a un segundo o tercer plano muy por detrás de los modelos tipo SUV, que han crecido exponencialmente en los últimos siete u ocho años.

Y digo que es una pena porque la comodidad y la practicidad de estos modelos está fuera de toda duda, además de contar con mucho espacio para los pasajeros y equipaje, con un acceso normalmente bueno, como es el caso del vehículo que hoy nos ocupa.

Además, al ser un vehículo más bajo que los todocamino, el comportamiento en carretera, sobre todo en curva, es mucho más noble y dinámico, con lo que la sensación de deportividad se ve aumentada. La moda ha arrasado con otros parámetros importantes a la hora de elegir un vehículo.

El vehículo que hoy nos ocupa, el Volvo V60, es un modelo familiar del segmento D que ha mejorado estéticamente un 100 por cien, con lo que se ha aumentado la sensación de elegancia y de belleza por todos los costados.

En el año 2000 se puso a la venta la primera generación del modelo, en 2010, la segunda, y ésta es la tercera, con la que se ha conseguido una mejora importante en todos los aspectos, como ha hecho la marca sueca en general.

Estéticamente, llama la atención sobre todo por su nuevo frontal, que monta los faros que va incorporando la marca en sus nuevos modelos y que le dan un carácter más moderno al tener un frontal más afilado.

De la parte posterior, aunque sigue la marca contando con los faros tipo boomerang, esta vez son mucho más estilizados, lo que, unido a la iluminación led de los mismos, confiere al vehículo un estilo mucho más moderno.

En esta ocasión hemos probado el motor diésel D4, un propulsor de 1.969 cc, que desarrolla una potencia máxima de 190 CV a 4.000 rpm y cambio automático de 8 velocidades. Propulsor que transmite un nervio contenido, aunque tiene las prestaciones necesarias para disfrutar de una conducción tranquila y deportiva cuando se requiere aunque, evidentemente, sin ser un motor muy enérgico en su entrega de potencia.

Éste se concreta en unas prestaciones más que suficientes para circular a buen ritmo en cualquier circunstancia. Así, acelera de 0 a 100 Km/h en 7,9 segundos y su velocidad máxima es de 220 Km/h.

En el consumo también se trata de un vehículo de lo más eficiente, ya que la marca anuncia 4,4 litros a los 100 Km, que nosotros hemos elevado sólo hasta los 5,6, que es una cifra también de récord pare sus medidas. Hay que pensar que un vehículo de dimensiones considerables, pero precisamente por ser bastante bajo permite trazar las curvas de forma eficiente, sin que el coche pierda la línea de la trazada en ningún momento. Las suspensiones tienen el tarado perfecto para este tipo de vehículo.

El interior es otro de los apartados donde el nuevo V60 responde perfectamente a las expectativas creadas. En su día tuvimos la oportunidad de probar la lujosa berlina Volvo S90, de la que nos llamó poderosamente la atención el interior y en el V60 nos ha pasado un poco más de lo mismo.

En el V60 cabe destacar la calidad de los materiales utilizados, entre los que destacan los materiales nobles, con asientos de piel y la ausencia casi total de plásticos que a la larga se van convirtiendo en un problema incluso sonoro.

El equipamiento de serie es muy completo, con ausencia casi total de elementos analógicos en el cuadro de mandos y con una pantalla presidiendo la consola central que está situada en posición vertical al estilo Renault.

A diferencia del fabricante francés, la del Volvo no ofrece una información dispersa y algo confusa, sino que es intuitiva y te permite acceder a la configuración del vehículo con facilidad. pudiendo controlar multitud de gadgets.