El puerto de Can Barbarà nos ha servido como escenario entrañable para este modelo con algún rasgo campero, aunque con una estética más bien familiar.

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Empezaremos el artículo sobre la prueba del Volvo V40 Cross Country D2 comentando una curiosidad sobre el logo de la marca, que consta de un rectángulo azul con el nombre de la empresa, con el signo del hierro en el fondo. Este signo se utiliza para simbolizar la fuerza del hierro que se utiliza en los vehículos de la marca, porque Suecia es conocida por la calidad de sus aceros. La marca Volvo está relacionada también con tractores y camiones porque Volvo AB fue, y es, un fabricante de equipos pesados.

La primera versión del V40 se empezó a vender el año 1996, que fue producida conjuntamente con el fabricante japonés Mitsubishi, ya que compartía plataforma con el Carisma.

Esta versión Cross Country que mostramos hoy ya forma parte de la tercera generación del modelo, que empezó a producirse el año 2012 y que se distingue exteriormente de la berlina normal por el diseño de las fascias y las protecciones en la parte baja. El habitáculo, por su parte, está situado 40 mm más alto que en el V40 normal.

A pesar de haberle dado una cierta apariencia de vehículo capaz de circular por terrenos sin asfaltar, tampoco se le puede pedir mucho más, aunque el tema de la altura juega bastante a su favor.

PROPULSOR

El motor que hemos probado en esta ocasión es el D2, un propulsor de cuatro cilindros, de 1.6 litros, que ofrece una potencia máxima de 120 CV a 3.600 rpm, motor al que se le han sacado 5 CV más respecto a la versión de 2012, que rendía sólo 115. El cambio de marchas es manual de seis relaciones, muy equilibrado, por cierto.

Con este pequeño aumento de potencia, las prestaciones han mejorado un poquito en todos los aspectos, y aunque no sea un coche con unas cifras espectaculares, sí que los 120 cv dan bastante de sí. Por ejemplo, los 10,6 segundos que tarda para acelerar de 0 a 100 Km/h son interesantes y los 190 Km/h de velocidad máxima sobran.

El consumo también nos ha sorprendido sobre manera ya que los 3,7 litros a los 100 Km anunciados por la marca de media, que es una cifra notable, nosotros sólo los hemos conseguido aumentar hasta los 4,4, que sigue siendo una cifra excepcional.

El comportamiento en carretera es curioso, ya que se nota que la marca ha primado la comodidad de sus ocupantes con una suspensión que absorbe perfectamente las irregularidades y tendiente a tener juego en las curvas. Pero cuando intentas hacer una curva cerrada a mayor velocidad, el V40 no se “amedrenta” en absoluto, sino que la traza sin tener que corregir la dirección. El interior del Volvo es en parte la manifestación de que se mantiene en algún aspecto fiel a sus orígenes. Esto se nota de forma clara en la cantidad de botones que se encuentran en la consola central, donde se encuentran los relativos a los números del teléfono, la climatización, la radio....
La pantalla integrada en la