David Godoy, junto a su flamante 124 D-SL de 1973. | Juan Miguel Giménez

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David Godoy se muestra entusiasmado con su Seat 124 D-SL. Nada más comenzar la conversación con él pudimos apreciar que está muy feliz con el coche y que su adquisición fue un verdadero acierto, no sólo para él, sino también para el resto de su familia. David nos relata que el coche lo adquirió hace dos años en Cantabria.

Tras formalizar la operación de compra por internet era el momento de decidir cómo traer el coche hasta Mallorca y la decisión que tomó fue la de ir hasta el lugar donde se encontraba el vehículo y acometer con él el viaje hasta Barcelona para embarcarlo hasta la Isla. Pero lo que parecía que sería un cómodo y agradable paseo se convirtió en una auténtica pesadilla, ya que el coche, nada más recorrer los primeros kilómetros empezó a perder aceite por el motor y así estuvo todo el camino, por lo que cada cierto número de kilómetros había que parar en cualquier estación de servicio para proceder a rellenar el depósito del aceite para que no se produjera ninguna avería grave. Una odisea que al final terminó bien, ya que llegó a Barcelona, aunque David reconoce que no se atrevió a llamar a su casa en todo el camino para no preocupar a la familia.

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UN SUEÑO DE JUVENTUD
David, mecánico de ascensores, nos cuenta que la adquisición de este coche tiene un por qué y es que era un coche que le hacía mucha ilusión desde niño, ya que un tío suyo tenía uno igual y se quedó prendado de él, por lo que enseguida que pudo se lanzó a la compra de uno. La verdad es que reconoce que además acertó plenamente, pues a su mujer y a sus hijos también les encanta el coche. Es más, su mujer ejerce de copiloto en los rallies de regularidad en los que participan. Es una de sus principales aficiones y uno de los motivos por lo que se decidió por la compra de este coche. David reconoce que de joven era motero, pero poco a poco ha ido cambiando a los coches para poder compartir esta afición con el resto de su familia.

MUCHO TRABAJO
En cuanto al trabajo que necesitó el coche, nuestro interlocutor admite que fue considerable y que su hermano Javier tiene mucho que ver en cómo ha quedado finalmente. Ha dedicado muchas horas de trabajo, ya que David entiende algo de mecánica, pero tiene sus limitaciones. También contó con la ayuda de algunos amigos de los talleres Godoy, Kyalami, Proctor o Autobox y gracias a ellos el coche terminó en el estado en el que se encuentra hoy, ideal para competir en rallies.

El 124 era un automóvil del segmento C derivado del Fiat 124 y fabricado por Seat bajo licencia en las factorías de la Zona Franca de Barcelona y de Landaben (Pamplona), entre los años 1968 y 1980. Se comercializó con carrocerías berlina, familiar de 5 puertas, y coupé, con distintos niveles de acabado y mecánicas. Un coche del que se hicieron diferentes modelos mejorando su rendimiento y añadiéndole todo tipo de mejoras en las versiones que salieron durante su vida útil.