Esta versión se distingue del ST por ser un poco más alto, in+corporar los parachoques partidos y una doble salida de escape.

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El León X-PERIENCE es un vehículo familiar, con tracción a las cuatro ruedas, cuya base es el Seat León ST. Es una versión que mide 27 milímetros más de altura que el ST y que cuenta con una muy buena capacidad rutera, además de permitir circular por carreteras sin asfaltar de forma ágil, sin que se pueda meter por terrenos excesivamente complicados.
La marca española apuesta claramente por los vehículos que puedan ser polivalentes, una buena muestra de lo cual es este modelo que hemos probado. Además, en muy poco tiempo, Seat pondrá a la venta un SUV, un segmento en el cual no había entrado hasta ahora y que se espera con mucha expectación, al no comercializar ya vehículos como el Altea,
La estética del X-Perience es prácticamente la misma que la del ST, aunque hay ciertos detalles que los diferencian, entre los cuales destacan los faldones y los pasos de rueda grises de este modelo, de los que carece el anterior.

Esta línea continúa en el parachoques posterior, que es bicolor, con lo que se favorece que no se perciban los pequeños golpes que se hacen al aparcar. Además, en la parte posterior se intuye una plancha metálica que impide que se golpeen los bajos del vehículo al circular por terrenos sin asfaltar.

De la parte anterior también cabe destacar los faros tipo led, con una iluminación diurna de lo más interesante. En la parte posterior también podemos destacar la doble salida de escape, que le da un toque deportivo.
La unidad que hemos probado disponía del motor 1.6 TDI de 110 CV, que nos ha sorprendido gratamente, ya que pensábamos antes de conducirlo que sería insuficiente para un vehículo de estas características, pero cuenta con unas prestaciones que no tienen nada que envidiar a las de otros automóviles con motorizaciones superiores.
Así, tarda sólo 11’1 segundos para pasar de 0 a 100 Km/h y la velocidad máxima es de 194 Km/h, lo cual son unas cifras bastante buenas.

Además, el consumo es también muy reducido, con una media anuncada por la marca de sólo 3’8 litros a los 100 Km, que nosotros hemos elevado hasta los 4’9, que no está nada mal.
El comportamiento del vehículo es inmejorable, ya que en las curvas es muy estable, con lo que se puede llevar una conducción muy dinámica, teniendo un papel muy destacado el sistema de tracción total conectable automáticamente con un embrague Haldex (de quinta generación). Este dispositivo acopla en distintos grado las ruedas traseras a las delanteras pudiendo repartir hasta en partes iguales el par motor.

INTERIOR

El interior del vehículo tiene algunos detalles que lo hacen diferente al ST, como por ejemplo el volante, el pomo de la caja de cambios o la inscripción en el vano de las puertas.
El marcador es muy completo, ya que adopta una información analógica y otra digital. Un pequeño inconveniente es el hecho de que los niveles de combustible y de temperatura se traduzcan en unas luces que al sol dificultan su visión.
La consola central, cuyas calidades de los materiales son mejorables, cuenta con una pequeña pantalla táctil en la parte superior, bien posicionada, aunque para mi gusto demasiado pequeña.