Estéticamente es un vehículo con puntos comunes con el X6 de BMW, aunque la personalidad propia de los Mercedes se encuentra perfectamente reflejada. | Miquel Àngel Llabrés

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El nuevo Mercedes-Benz GLE Coupé es un vehículo que deriva directamente de la clase M de Mercedes y que tendría mucho parecido al BMW X6, aunque ofrece un poco más de habitabilidad en la parte posterior y la capacidad del maletero también es mayor.

La marca alemana sigue renovando toda su flota, diseñando unos automóviles más «radicales y modernos», en lugar de optar por el clasicismo, donde se encontraba cómodo hasta ahora. La verdad es que la nueva táctica no le va nada mal porque las ventas de la marca alemana van creciendo a buen ritmo.

ESTÉTICA
Estéticamente, el nuevo GLE destaca por tener una línea mucho más agresiva (con mejor coeficiente aerodinámico), de la que podemos destacar una parte delantera con unos faros de grandes dimensiones, que son muy parecidos a los que lleva el resto de la gama. De la parte anterior sobresale también la gran parrilla que está presidida por el anagrama de la marca, también de grandes dimensiones.

En la zaga cabe destacar también la estilización de los faros posteriores respecto a los otros modelos de la marca, lo que confiere al conjunto este carácter deportivo del que carecen los otros modelos de este tipo con los que contaba la firma.
Y para complementar este aire especial, llama la atención el acabado del parachoques en negro y la doble salida de escape cromada, que le acaba de dar ese toque deportivo tan particular.

MOTOR
El GLE Coupé 350 d tiene un motor que da una muy buena sensación de aceleración, sin que los 258 CV de los que dispone se queden cortos en ningún momento. Monta ua caja automática de nueve relaciones (9G-TRONIC), con cambio secuencial accionable en cualquier momento para poder llevarlo un poco más al límite. Es tal vez cuando se fuerza el propulsor que se espera un poquito más de él.

El mando giratorio Dynamic Select es de serie y permite alterar el funcionamiento de diversos elementos: la dirección, el cambio de marchas, la respuesta del motor, la suspensión, la flexibilidad de las barras estabilizadoras activas y el funcionamiento del sistema de alumbrado activo, ya que es posible elegir entre cuatro programas: uno deportivo, uno para superficies deslizantes, otro que trata de buscar la máxima comodidad para los ocupantes y otro en el cual el conductor elige personalmente el ajuste de tres parámetros configurables (motor/cambio, suspensión y dirección). Gracias a toda esta posibilidad de ajustes es un vehículo que se adapta de forma fácil a todo tipo de conducciones y de terrenos. En carretera se pueden tomar las curvas de forma bastante rápida y las traza muy bien, aunque al principio parezca que tienda a subvirar un poco. Es sólo una sensación, no una realidad.

INTERIOR
El interior es de lo más lujoso y cómodo, ya que al entrar, gracias a los asientos de piel, se percibe lujo y calidad por todos lados. Se trata de un modelo muy fácil de conducir y en el que es muy sencillo encontrar la posición de conducción óptima gracias a sus múltiples ajustes.

Los pasajeros posteriores también van cómodamente sentados, aunque sean altos, cosa que en otros vehículos del mismo tipo no ocurre de forma tan clara. El equipamiento, por su parte, es de lo más completo, ya que no le falta de nada. Para mí, en los Mercedes se tendría que optar por una pantalla táctil, porque el mando de la consola central requiere mucha práctica para no abandonar la vista de la carretera.