Estéticamente destaca por contar con una línea muy redondeada, lo que lo convierte en uno de los vehículos más modernos del mercado.

TW
0

Al principio de la salida al mercado de la nueva generación de los populares Smart las versiones eran muy reducidas ya que prácticamente sólo estaban disponibles con los motores de 71 CV con cambio manual. Ahora, por suerte para los clientes, ya hay mucho más donde elegir porque las cajas automáticas han llegado a las versión menos potente y se están fabricando las primeras unidades con cambio automático para esta versión de 90 CV, que es la que hoy probamos con cambio manual, de las que también hace poco que se han recibido las primeras unidades y que nos han sorprendido para bien.

El Smart Forfour se caracteriza por tener una línea muy redondeada y moderna, que se parece muchísimo a la versión de dos plazas, quizá excesivamente, porque antes la estética de las versiones de tres y de cinco puertas eran radicalmente diferentes.
Los faros delanteros y posteriores son de mayores dimensiones que los anteriores, los cuales le confieren una apariencia más juvenil, sin ser muy rupturista. La parrilla delantera es de pequeñas dimensiones, y está rodeada por unos parachoques muy envolventes.

La parte posterior se caracteriza por unos faros más o menos cuadrados, que encajan muy bien con los delanteros, lo que le da una sensación de unidad muy coherente y atractiva, una cosa que quizá no se veía de forma tan clara en la versión anterior.

Propulsor

El modelo que hemos elegido para la prueba en esta ocasión es el propulsor de 898 cc con una potencia máxima de 90 CV, del cual cabe destacar la buena cifra del par, de 135 Nm. El hecho de que esté turboalimentado se nota y se agradece ya que le da un reprís del que carece la versión de 71 CV.

Sin tener unas prestaciones espectaculares, cabe destacar que cumple holgadamente en todos los aspectos importantes; la velocidad máxima del Forfour es de 165 CV y tarda poco más de 11 segundos para pasar de 0 a 100 Km/h. En la recuperación, necesita un poquito, para volver a coger vueltas pero después las sube de manera clara y efectiva.

El consumo medio asignado por la marca de 4'3 litros dista poco de los 6 que hemos conseguido nosotros, aunque hay que decir que hemos llevado un ritmo alegre sin tener muy en cuenta el tipo de conducción. Si se siguen las indicaciones de la pantalla, el consumo se reduce claramente.

En carretera el Forfour es muy estable y lleva un tarado de suspensión más bien equilibrado, con lo que no tiende a sobrevirar ni a subvirar en absoluto. Lo que sí se consigue es que los pasajeros vayan sentados de forma cómoda. La dirección es bastante sensible, sin ser molesta, y el radio de giro es bajísimo, lo que requiere un poco de práctica y facilita de forma clara los giros en cualquier situación, sobre todo a la hora de aparcar o de salir de un parking.

Interior

El interior tiene algunos elementos comunes con los del nuevo Twingo, aunque siempre con un toque personal proporcionado por la marca alemana, sobre todo en los materiales, donde se combinan plásticos de calidad y telas de forma muy bien pensada.
La pantalla del marcador es de color, lo cual se agradece, aunque en el ordenador de a bordo se echa de menos la información de los Km restantes para tener que ir a repostar.

En cuanto al equipamiento, el vehículo se puede completar con multitud de elementos hasta el punto de poder llegar casi a duplicar el precio, porque el de serie es un poco básico.