Imagen del nuevo Hyundai i20.

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La marca surcoreana puso a la venta el año 2008 la primera versión del i20, que ya fue una clara mejora respecto al Getz, vehículo al que sustituyó. Esta segunda versión del i20 poco tiene que ver con la anterior, ya que ha experimentado grandes cambios respecto al modelo precedente y todos han sido más que positivos. Ha crecido hasta los 4 metros (4.035 mm), con lo que el interior es más amplio y cómodo, pero sobre todo se ha notado una gran mejora en los acabados, equipamiento y comportamiento en carretera, como veremos a continuación.

La estética del i20 ha experimentado grandes cambios también respecto a la versión de 2008, que se notan en todos los ángulos del vehículo. Así, la parte delantera se caracteriza por contar con unos faros alargados (muy al estilo japonés), que cuenta con unas luces diurnas de lo más atractivas. La parrilla delantera, bastante baja, acaba de dar al automóvil un cierto aire deportivo y dinámico.

La parte posterior es igualmente moderna, con unos faros también rasgados, que se caracterizan por tener iluminación mediante LEDs, lo que le confiere este aspecto de calidad que caracteriza al nuevo i20. Las llantas de aleación también son de lo más acertadas.

MOTOR
En cuanto al motor, nosotros hemos probado el 1.4 MPI de gasolina, que cuenta con 100 CV de potencia, que es quizá lo que menos cambia respecto al modelo anterior. Se trata de un propulsor muy fino, que en ralentí dudas a veces si está encendido o no.

Las prestaciones son bastante lineales, aunque necesita subir hasta las 4.600 vueltas para empezar a estirar. Hasta esa cifra el motor se muestra perezoso, pero desde las 4.600 hasta las 6.000 el vehículo se muestra con una gran estabilidad, sin ser un deportivo en absoluto.

El consumo de 5’5 litros a los 100 km que anuncia la marca dista un poco de los 7 que hemos conseguido nosotros, aunque hay que decir que hemos probado el vehículo en un recorrido mixto con una conducción bastante alegre, sin atender en exceso las recomendaciones de cambio de marcha.

El comportamiento en carretera ha sido una de las grandes sorpresas positivas del automóvil, ya que se ha elegido una configuración más bien dura, que no penaliza la comodidad interior y que mantiene al i20 en la trazada en prácticamente cualquier circunstancia. En las curvas no tiene tendencia a subvirar ni a sobrevirar en ningún momento, lo que lo hace un automóvil rutero de lo más interesante.

INTERIOR
En el interior también se ha realizado un gran trabajo, ya que poco tiene que ver éste con el de la versión anterior. La tecnología que se ha utilizado para el nuevo i20 se parece bastante a la usada por Volkswagen en el interior de algunos de sus modelos.

Así, el marcador combina perfectamente la información analógica y la digital, con una pantalla de dimensiones suficientes en el centro donde se ofrecen al conductor las cifras del ordenador de a bordo, las recomendaciones del cambio de marcha, etc.

Quizá se echa de menos una pantalla en la consola central, pero sí que cuenta con elementos tan interesantes como climatizador electrónico, plegado de retrovisores eléctricos, techo eléctrico y panorámico, etc.

Las calidades del interior se han cuidado mucho, con ausencia casi total de telas y de plásticos duros… con lo que se reducen de forma clara los ruidos.