El nuevo MINI Cooper 5 puertas cuenta con una imagen muy deportiva, que no se diferencia demasiado de la versión de tres puertas de la cual deriva.

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Con esta nueva carrocería para el MINI ya son siete las posibles opciones para los clientes que quieren un vehículo diferente, juvenil y con una gran calidad de acabados. Después del Cooper de 3 puertas, el Countryman, el Cabrio, el Roadster, el Coupé y el Paceman, ahora llega la hora del Cooper 5 puertas, que crece 11 cm respecto al modelo de 3, con lo que los pasajeros posteriores tienen una mayor comodidad, además de contar con un poco más de maletero, dos cosas que le hacían buena falta.

La versión S que hemos probado, que es la más deportiva, cuenta con una estética realmente impresionante, se mire por donde se mire. La parte delantera destaca por contar con unos faros delanteros rodeados de una gran aureola de luz LED. En la parte inferior encontramos unos faros antiniebla de grandes dimensiones en un faldón pertrechado por una mini parrilla de nido de abeja con dos grandes entradas de aire de dimensiones considerables.

La parte posterior destaca por contar con la doble salida de escape en la parte central, rodeada por la parrilla de nido de abeja, además de tener también unos faros con luces de LED. Los parachoques, por su parte, están un poco sobredimensionados, lo que le acaba de dar ese gran toque deportivo.

MOTOR
Con el motor turboalimentado de 2.0 litros de 192 CV con el que cuenta esta versión se pueden llevar tres tipos de conducciones distintas, la Green (de ahorro), la MID (media) y la Sport (la más radical), que se accionan con una pequeña pestaña que se encuentra rodeando la palanca de cambios automático. Por defecto, el coche cuando se pone en marcha lleva la media. En la más ahorrativa, la Green, el vehículo tarda más en subir de vueltas y en la pantalla se va indicando al conductor el ahorro.

Cuando se acciona el modo Sport cambia bastante el sonido del motor y del escape y el coche tiende a revolucionarse mucho más para obtener unas prestaciones realmente deportivas que hacen que el disfrute al volante sea máximo.

El modelo que hemos probado cuenta con cambio automático, que puede llevarse de manera manual con los levas del volante o cambiándolas también con la palanca de cambios de forma muy rápida. Usando las levas la sensación de deportividad es mucho mayor.

COMPORTAMIENTO
El comportamiento en carretera es totalmente dinámico, lo cual se consigue gracias a la agilidad del modelo para trazar las curvas, apoyado en unas suspensiones bajas y más bien duras, que no perjudica en exceso la comodidad de los ocupantes. Quizá el único ‘pero’ se encuentra en la dirección, que es excesivamente sensible, cosa que se nota en exceso cuando se acelera de forma enérgica.

Si hablamos del consumo, conviene usar el vehículo de forma habitual con el modo de ahorro (Green), ya que con el modo Sport el consumo del vehículo es mucho más alto. Nosotros, utilizando el modo deportivo en contadas ocasiones y con un recorrido mixto, hemos conseguido una media de unos 7’3 litros, que no está nada mal para la potencia y las sensaciones que se obtienen a los mandos de este automóvil.

El interior del vehículo está más conseguido que el anterior gracias al uso de nuevos materiales, a innovaciones tecnológicas muy interesantes y a las grandes soluciones estéticas para no quitarle este aspecto ‘retro’ que no puede faltar en el MINI.