Vista general de coche con Jaume Crespí al volante. El vehículo mantiene todo su encanto a pesar de los 75 años que lleva rodando por las carreteras.

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Jaume Crepí ha heredado de su padre Antonio la pasión por los coches clásicos y asegura que es una gozada poder conducir un coche de estas características. Entre los automóviles que hay en la familia se encuentra este magnífico Ford A de 1929, que tiene una bonita historia detrás.

El coche lo adquirió Antonio hace unos 30 años de un coleccionista de Alaró al que le compró el chasis y algunas piezas; a partir de ahí fue consiguiendoriendo el resto por catálogo en Estados Unidos. Nos contaba que lo más complicado fue lograr que las piezas fueran llegando desde Ohio. En cuanto a los repuestos, no tuvo ningún problema a pesar de tratarse de un coche de 1929. Le llevó un año conseguir todo lo necesario y montarlo y desde entonces está en pleno funcionamiento.

El Ford A fue el segundo mayor éxito de la compañía norteamericana después del T. Fue producido por primera vez el 20 de octubre de 1927, pero no salió a la venta hasta el 2 de diciembre de ese mismo año. Se llegaron a fabricar 4.320.446 unidades. A partir del verano de 1928 comenzó a producirse en una planta en Berlín (Alemania) para el mercado europeo, y para ello la cilindrada del vehículo tuvo que ser reducida y los coches montaban un motor de 2023 cc, por lo que la potencia también disminuyó a 28 Cv. No obstante, se vendían las dos motorizaciones, la original disponía de una cilindrada de 3285 cc con cuatro cilindros y una potencia de 40 Cv.