En la estética radical del nuevo clase A radica gran parte de su éxito, lo que le ha convertido en uno de los grandes referentes de su segmento.

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Ha sido todo un acierto por parte de la marca alemana cambiar de forma radical la filosofía del clase A para convertirlo en uno de los grandes referentes del tan competitivo segmento C. En su día ya se añadió BMW con su serie 1 y hace más de un año se animó Mercedes con este nuevo modelo, que ha triunfado gracias al diseño y a sus calidades, que son muy buenas.

Estéticamente destaca por ser uno de los vehículos más agresivos de su segmento, lo cual le confiere un encanto especial. La parte delantera viene muy marcada por una parrilla de grandes dimensiones, rodeada por unos faros rectangulares también grandes que confieren al coche esa estética agresiva y atractiva.

La parte posterior, sin ser muy llamativa, sí que cumple su cometido gracias a tener unos faros de bonito diseño, con iluminación led que también le quedan muy bien al conjunto del vehículo. La visibilidad posterior queda algo justa.

MOTOR

Si hablamos del motor, el 180 CDI es el más pequeño de los que ofrece la marca en diésel, que no tiene unas prestaciones espectaculares pero sí suficientes para llevar una conducción «alegre» por las carreteras. La marca de 11’3 segundos para ponerse de 0 a 100 Km/h es un poco pobre, pero a los mandos del volante parece una cifra mejor incluso.

Lleva un cambio de seis velocidades, bastante cortas, pero entre las 3.000 y las 4.000 vueltas parece que el motor va más cómodo que cuando lo llevas bajo de vueltas (en conducción ECO), que se comporta mucho más «perezoso».

El consumo, si se lleva una conducción ecológica, es bajísimo, de menos de 4 litros a los 100 Km, pero si se conduce de forma más agresiva el consumo lógicamente aumenta, pero no se dispara excesivamente, lo cual es una ventaja.

En cuanto al comportamiento, éste es realmente uno de sus grandes puntos fuertes, ya que en las curvas no tiende a subvirar en absoluto. Incluso tomando las curvas a una velocidad mayor de la recomendada, el A 180 las traza de manera totalmente neutra, sin subvirar en absoluto y con un agarre casi perfecto.

INTERIOR

El interior del coche germano destaca por contar con unos acabados de primerísima calidad, con ausencia prácticamente total de plásticos. Incluso las puertas llevan un material parecido a la piel, que es mucho más amable y más duradero que una simple tela.

El vehículo está homologado para poder albergar hasta a cinco ocupantes; los delanteros van sentados de manera cómoda y el asiento posterior es un poco estrecho para que lo ocupen tres adultos, pero dos pueden ir cómodamente sentados. El espacio para las piernas no es generoso pero sí suficiente.

La consola central tiene los elementos tradicionales, si bien la radio es clásica con un exceso de botones, a los cuales te acostumbras en poco tiempo. La pantalla que sobresale del conjunto no es táctil y se maneja con los botones de la radio que hemos comentado antes y desde un mando que se encuentra situado donde iría el freno de mano.

El equipamiento del Mercedes clase A 180 CDI es un poco justo, aunque se incluyen de serie aire acondicionado semiautomático, sensores de aparcamiento trasero, avisador de proximidad de coche, ordenador de abordo, manos libres, control de tracción, etc.

Resumiendo, se trata de un vehículo con una estética y un comportamiento deportivos, un motor y una capacidad algo justos y unos acabados de gran calidad.