La estética del vehículo destaca por tener un frontal moderno sin ser en absoluto rupturista.

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Si un adjetivo puede definir perfectamente a este Honda CR-V 1.6 i-DTEC es el de «sorprendente», ya que no parecía que un vehículo de unos 1.600 kilos con el volumen que tiene pudiera ser movido de la manera como lo hace este motor de sólo 120 CV, del cual hablaremos con detalle más adelante.

Estéticamente se trata de un coche robusto por los cuatro costados; de la parte frontal resaltan unos grandes faros delanteros medio rasgados, que tienen su continuidad en la parrilla delantera de grandes dimensiones. De los faros cabe destacar las luces LED situadas en la parte inferior de los mismos.

Los faros posteriores se distinguen por estar situados en la parte lateral superior, aunque no es novedad en el modelo, que desde el inicio de su fabricación ha seguido esta fórmula, que no le ha ido nada mal.

MOTOR
Ya hemos dicho al principio que el motor es una de las virtudes de este vehículo y así es, como veremos a continuación.
El propulsor ha sido bautizado por la marca con el nombre de Earth Dreams Technology (Tecnología de los Sueños de la Tierra), una denominación que ya deja bien a las claras las expectativas que tienen depositadas en este propulsor. Si no supiéramos de antemano que conducimos un vehículo de 1.600 cc i 120 CV podríamos pensar que se trata del veterano 2.2 i 150 CV, que aún está a la venta. Las prestaciones finales de este modelo no son particularmente espectaculares, ya que cuenta con una velocidad máxima de 182 kilómetros por hora y se pone de 0 a 100 Km/h en 11,2 segundos.

Donde realmente el motor da el Do de pecho es en bajas revoluciones, ya que el vehículo acelera de una manera realmente asombrosa, lo cual se consigue en gran parte gracias al elevado par (300 Nm a 2.000 rpm).

CONSUMO
Otro apartado en el que el motor del CR-V supera a la mayoría de sus oponentes es en el consumo, el cual se ve mejorado gracias a tener el sistema Start Stop y el botón ECON para llevar una conducción ecológica y de ahorro.

La marca anuncia un consumo medio en una conducción mixta de 4’8 litros, que es una cifra muy baja y difícil de conseguir. Nosotros, con una conducción también combinada, hemos conseguido 6’1 litros, que es un consumo muy bajo y que acaba de hacerlo interesante.

El comportamiento del CR-V en carretera es muy equilibrado, ya que es un SUV ágil, aunque tal vez en las curvas cerradas y lentas es donde tiene más dificultades al ser demasiado subvirador, lo cual se habría solucionado con un tarado de las suspensiones más duro. La calidad de todos los elementos del habitáculo es una de las grandes virtudes del CR-V, ya que el acabado Elegance, que es el que hemos probado, cuenta con algunos elementos acabados en piel, y el resto de los materiales que conforman el equipamiento interior son de gran calidad.

El equipamiento de serie del acabado Elegance es bastante completo, aunque se echan de menos algunos elementos de serie tales como el navegador o los faros de xenón, que ya tendrían que ser de serie en un vehículo de estas características, por seguridad y practicidad.