Mallorca, una belleza marina: estos son los puntos de buceo más impresionantes de la isla

La magnífica diversidad de los ecosistemas submarinos de la isla provocan experiencias mágicas que dejan una impresión duradera en los buceadores

Mallorca alberga una impresionante y rica vida marina | Foto: Pere Bergas

TW
1

Mallorca, una de las islas más cautivadoras del Mediterráneo, es reconocida por sus playas de arena blanca, su clima templado y sus paisajes montañosos. Pero más allá de su atractivo en superficie, la Isla es también un destino privilegiado para los amantes del buceo. Su ubicación geográfica ofrece un entorno marino diverso, con acantilados, cuevas submarinas, praderas de posidonia y arrecifes que albergan una gran biodiversidad. Las aguas cristalinas de Mallorca permiten encuentros únicos con una variada fauna marina.

Uno de los mayores atractivos del buceo en la Isla son sus cuevas submarinas, muchas de ellas accesibles incluso para buceadores con poca experiencia. Estas formaciones revelan estructuras geológicas sorprendentes y proporcionan una experiencia inmersiva difícil de olvidar. También destacan los pecios históricos que descansan en el fondo marino. Entre ellos, el barco romano hundido cerca de Cabrera hace más de dos mil años es uno de los destinos preferidos por quienes combinan la pasión por el buceo con el interés por la arqueología. A estos se suman embarcaciones de épocas más recientes que ofrecen una visión fascinante de la historia marítima de la región.

Mallorca cuenta con numerosos puntos ideales para sumergirse, como el Cap de Formentor, el extremo más septentrional de la Isla, que ofrece condiciones óptimas tanto para principiantes como para buceadores avanzados. Mientras los primeros pueden observar pulpos, congrios, meros o morenas en aguas poco profundas, los más experimentados se atreven con inmersiones que alcanzan hasta los 40 metros.

Entre Alcúdia y el Port de Pollença se encuentra la Cova de la Santa, una formación rocosa que conecta túneles sumergidos hasta los 23 metros de profundidad, ideal para un recorrido más técnico.

En la pared de un acantilado cercano a Cala Llamp, se halla la Cova de sa Madona, una cavidad que alcanza los 25 metros de profundidad y que alberga en su interior una escultura de una Virgen, rodeada de abundante fauna marina. Esta inmersión está reservada a buceadores con experiencia.

Las Islas Malgrats, declaradas espacio protegido en 2004, son otro enclave destacado. Sus fondos marinos conservan una rica vida submarina y, además, fueron escenario de un naufragio en 2007, lo que incrementa su atractivo para el buceo recreativo.

Más cerca de la bahía de Palma, la isla del Sec ofrece rutas de distintos niveles de dificultad, siendo apta para noveles y expertos. En sus aguas reposan dos barcos de pesca hundidos: el Clara, a 18 metros, fácilmente reconocible por su gran ancla; y el Regina Maris, a 29 metros, un barco de madera que reposa sobre un banco de arena. Ambas estructuras han dado lugar a un arrecife artificial que atrae a numerosas especies. Mención especial merece la Reserva Marina de la Isla del Toro, una zona protegida donde solo se puede bucear con permiso. Este enclave es uno de los más valorados por los buceadores por la gran variedad de especies marinas que alberga y por el excelente estado de conservación de su entorno.

En su conjunto, Mallorca ofrece un escenario submarino privilegiado, donde la aventura, la biodiversidad y la historia se encuentran bajo el mar, convirtiendo cada inmersión en una experiencia inolvidable.