Un juzgado de Palma recurre a una sombrilla para poder trabajar

La persiana inteligente que instaló el Ministerio se ha roto y la luz impedía trabajar con las pantallas

Imagen de la sombrilla naranja en la oficina judicial

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Una avería en las persianas ha obligado a los funcionarios de un juzgado de Sa Gerreria a recurrir a un remedio casero para poder trabajar: poner una sombrilla. Buena parte de la sede judicial recibe el sol de plano durante toda la mañana. El Ministerio de Justicia instaló hace unos meses unas persianas inteligentes para regular la entrada de luz.

Sin embargo, desde hace dos semanas no funcionan correctamente. Los rayos entran de lleno en la oficina y dan contra los monitores de los ordenadores. Así, la única manera que tienen los funcionarios para poder ver correctamente la pantalla sin deslumbrarse ha sido la de recurrir a una sombrilla de playa.

La incidencia ha sido notificada a la Gerencia del Ministerio de Justicia en Palma. Sin embargo, a la espera de la reparación, la sombrilla lleva ya más de una semana como un elemento más del mobiliario de los juzgados. El recurrir a objetos cotidianos para paliar la falta de medios materiales es un clásico en la administración de justicia. En pleno 'caso Nóos' se hizo viral la imagen de un carrito de supermercado en el despacho del entonces fiscal, Pedro Horrach, que se empleaba para trasladar expedientes y que era común en diferentes sedes.

El carrito se ha extinguido casi con la implantación del expediente electrónico. Peor fue la situación el año pasado en la misma sede judicial de Palma cuando una avería en el aire acondicionado y las obras para cambiar las instalaciones mantuvieron sin refrigeración a varios órganos judiciales, en especial el juzgado de Menores y el recurso de los funcionarios fue llevarse ventiladores de casa.