Una avería deja al límite el depósito de cadáveres de la clínica forense de Palma

Los profesionales intentan agilizar autopsias tras el fallo de dos de las cinco cámaras refrigeradas

Desde el Instituto se ha pedido a los jueces de instrucción que agilicen la inhumación de cadáveres para evitar acumular cuerpos en el depósito | Foto: R.S.

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El depósito de cadáveres del Instituto de Medicina Legal de Palma lleva unos días al límite de su capacidad. Una avería ha afectado a dos cámaras refrigeradas que no funcionan y mantienen las instalaciones bajo la amenaza de no poder almacenar más cuerpos en condiciones óptimas mientras se cumplen los trámites judiciales previos al entierro. A la espera de que la Gerencia del Ministerio de Justicia actúe y se pueda retomar la normalidad en el Instituto, la situación ha llevado a que sean los profesionales de la clínica quienes hayan intentado agilizar los trámites legales y las autopsias.

Según fuentes judiciales, en los últimos días se ha pedido a los jueces de instrucción que autoricen inhumaciones incluso en base a informes de autopsia preeliminares. El objetivo, dejar hueco en el depósito. Las peticiones han sido, en algunos casos rechazadas ante la exigencia de tener un informe completo por parte del juez antes de autorizar el entierro o la cremación del cuerpo. La avería de las cámaras frigoríficas se produce, además de en medio de una ola de calor, en plena temporada alta, el momento del año en el que, normalmente, más autopsias se llevan a cabo. Es habitual que se den más casos de muertes que requieren levantamiento de cadáver, fuera de centros hospitalarios y sin certificación médica y que, por lo tanto hagan necesaria la intervención de un forense y del juzgado de guardia. El Instituto de Medicina Legal dispone en total de cinco cámaras de refrigeración de cuerpos, lo que supone espacio para veinte cadáveres en condiciones normales.

Además de las cámaras habituales, cuenta con otras dos de congelación para casos en los que hay que almacenar incluso durante años los cuerpos y en el que caben ocho fallecidos. El incidente con las cámaras no es el primero que afronta en los últimos años el Instituto que estuvo durante una buena temporada sin aire acondicionado, lo que obligaba a llevar a cabo las pruebas con temperaturas que rondaban los treinta grados en la sala de autopsias.

También es endémico un problema de falta de personal, en especial de mozos de autopsia ante la dificultad de cubrir las plazas que, habitualmente, recaen en personal interino. Esa falta de personal ha provocado episodios en los que se han tenido que paralizar durante días las autopsias aunque, esa situación se había corregido en los últimos meses. La plantilla de la clínica se ha reforzado tras el último concurso con varios forenses recién incorporados