Audiencia del papa León XIV a la congregación de las Hermanas Agustinas

La madre general y cinco monjas asistieron con ocasión de su Capítulo General

Imagen de la Sala Clementina del Palacio Apostólico con el Papa y las congregaciones | Foto: VATICANO

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La Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano albergó, el pasado lunes, la audiencia concedida por el papa León XIV a la madre general y el consejo de la congregación de las Agustinas Hermanas del Amparo con motivo de su capítulo general que se celebrará en próximas fechas. Por la mañana, junto a otras dos congregaciones fueron recibidas por el Papa quien les dirigió una sentida plática. En su discurso, las invitó a tomar ejemplo de San Agustín, San Basilio y San Francisco, que han suscitado «nuevos caminos de servicio especialmente hacia los niños, los pobres, ancianos, los enfermos, los emigrantes y los huérfanos».

A continuación, el Pontífice fue saludando a cada una de las religiosas de la primera congregación asistente, para luego recibir a las representantes mallorquinas, encabezadas por la madre general, Martina Moncadas, a quien acompañaron la consejera de Curia y secretaria general, Soledad Antolín; la administradora general, Carmen Vargas; la consejera de Apostolado, Carmen Torres; la consejera de Espiritualidad, Angélica Gavarrete, y la consejera de Salud, Janet Prado.

Soledad Antolín, Janet Prado, Carmen Vargas, Carmen Torres, Angélica Gavarrete y la madre general, Martina Moncadas, en la plaza del Vaticano.

Los presentes

Las hermanas ofrecieron regalos al Papa. Cuando las vio acercarse exclamó «¡Mis hermanas!» para continuar saludándolas una por una. La madre general le ofreció una estampa; sor Angélica Gavarrete, una sobrasada; sor Carmen Vargas, unas zapatillas a juego con un camino de mesa de roba de llengües y sor Soledad Antolín entregó al Pontífice los cuatro tomos de la obra Sebastián Gili Vives Amparo de la Humanidad, expresándole que «fue declarado venerable el año pasado y esperamos que sea beatificado por usted».