URBANISMO

La izquierda pide a los alcaldes ‘insumisión’ a la ley que permite construir en rústico

El PSIB hace un llamamiento para que se planten y no apliquen la norma de PP y Vox y Més quiere evitar al máximo «el pelotazo»

Viviendas de reciente construcción en Palma, en la zona de Nou Llevant | Foto: M. À. Cañellas

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La izquierda pide a los alcaldes de Baleares que se planten y no se sumen a la posibilidad de construir viviendas en suelo rústico sin siquiera haber agotado previamente el suelo urbano y urbanizable de sus municipios. La norma pactada por PP y Vox quedará aprobada de forma definitiva la semana que viene, pero PSIB y Més quieren que su eficacia se limite al máximo y buscan que los ayuntamientos no se sumen a la iniciativa.

La diputada del PSIB, Mercedes Garrido, ya pidió la semana pasada públicamente a todos los alcaldes que no se sumen a esta ley «depredadora» del territorio. Garrido hizo un llamamiento a todos estos municipios para que se planten y no desarrollen a una norma que, según denunció, hará que el precio mínimo de las viviendas supere los 350.000 euros sin que ese precio incluya los impuestos y otros gastos.

«Hacemos una llamamiento a los alcaldes de los municipios de más de 20.000 habitantes para que se pongan firmes ante este abuso del PP sobre su urbanismo», insistió la diputada socialista, que reiteró que esta medida tendrá consecuencias especialmente graves en el caso de Palma. Garrido destacó que la ley es un «coladero» para que todo el suelo rústico pegado a los municipios se pueda urbanizar.

El caso de Més

Por lo que respecta a Més, su coordinador precisa que desde la formación se toman las decisiones de acuerdo con los alcaldes y que será el partido quien adopte un criterio común, que con toda seguridad será combatir los efectos de una ley con la que son extremadamente críticos y no cumplir los efectos liberalizadores en ninguna administración.

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Més tiene previsto celebrar una reunión con las agrupaciones locales para explicarles con detalle el contenido de la norma y la idea es frenar el «pelotazo» en la medida de lo posible. En el caso de Més hay preocupación por esta ley, tanto por el proceso de liberalización del suelo, que se permite en todos los municipios de más de 10.000 habitantes, aunque solo se podrá urbanizar en rústico en los que superen los 20.000.

Cuando se apruebe la semana que viene en el pleno del Parlament, la posibilidad de urbanizar en rústico tendrá eficacia en los municipios de Palma, Calvià, Manacor, Marratxí, Inca, Llucmajor y Alcúdia. Inca está gobernada por el PSIB, con Virgilio Moreno en la Alcaldía, y en Manacor el alcalde es Miquel Oliver (Més), que gobierna en un pacto firmado recientemente con el PSIB. Estos son los dos ayuntamientos que podrían oponerse con claridad a la ley que se aprobará la semana que viene. El resto de municipios a los que afecta la norma, con la excepción de Palma, están gobernados por PP y Vox.

El proyecto de ley ya ha recibido el visto bueno en la comisión parlamentaria con los únicos votos de PP y Vox. Los demás partidos abandonaron la reunión al entender que se estaban vulnerando sus derechos por las modificaciones de última hora que introdujeron ‘populares’ y sus antiguos socios.

Cambios de última hora

Por esta vía de última hora se permitió que también Palma pueda urbanizar en suelo rústico sin haber agotado el urbano y el urbanizable, se autorizó el desarrollo de las Áreas de Transición aunque no estén pegadas a suelo urbano y se redujo de 350 a 100 metros el diámetro del suelo que podía urbanizarse. Todo ello aumenta las posibilidades de urbanizar en las principales municipios de Mallorca.

El apunte
Nekane Domblás

El Govern no tiene cifras sobre cuántas hectáreas de suelo quedarán liberalizadas

Nekane Domblás

El Govern asegura que no tiene cifras de cuántas hectáreas de suelo quedarán liberalizadas con las modificaciones que se han introducido a una ley que pretendía inicialmente obtener suelo para construir unas 20.000 viviendas en Palma. La posibilidad de agilizar la edificación de suelo urbano y urbanizable se ha extendido de Palma los municipios de más de 10.000 habitantes, pero además se ha abierto la opción de que las localidades con más de 20.000 habitantes urbanicen el suelo rústico situado en las Áreas de Transición sin haber agotada antes el suelo disponible.

El resultado es que las posibilidades edificatorias se multiplican enormemente hasta el punto de que algunos expertos en urbanismo creen que el suelo susceptible de urbanizar se multiplicará por 10 y, en consecuencia, también lo hará el número de personas que cabrán en esos suelos. Las previsiones eran construir vivienda con cabida para unas 60.000 personas.