ENCUENTRO CLECE

Apostar por los cuidados: «Es un círculo mágico, el dinero invertido vuelve»

El presidente de Clece, Cristóbal Valderas, y la consellera Catalina Cirer debaten sobre el futuro de los servicios públicos y la colaboración público-privada

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Una llamada de atención sobre los cuidados y una apuesta por la colaboración entre administraciones, empresas y el tercer sector como base de la atención que necesitan millones de personas y casi todo el mundo en un momento dado de sus vidas. El presidente de Clece, Cristóbal Valderas, y la consellera de Famílies i Afers Socials, Catalina Cirer, dialogaron en el encuentro «Los retos de los servicios públicos esenciales», organizado por Ultima Hora en colaboración con la empresa. Desde la visión empresarial, Valderas enunció complicaciones legislativas que dificultan la atención a personas mayores y dependientes, así como la prestación de otros servicios públicos esenciales, como la limpieza de hospitales y otros espacios en los que convivimos o el mantenimiento de diferentes instalaciones.

«En los servicios sociales nunca el dinero es suficiente para todos. La administración sola no puede llegar a todos los rincones ni trabajar sola. Necesitamos la colaboración empresarial», expresó Cirer, que pidió «sensibilidad y diálogo». La charla, moderada por la directora de audiovisuales del Grup Serra, Paula Serra, buscó poner en primer plano los problemas de un sector que trabaja con personas y que beneficia a toda la sociedad.

Ley de dependencia
Las expectativas y la realidad

El pasado diciembre, la Ley de Dependencia cumplió 18 años. Y aunque en su momento se presentó como el cuarto pilar del estado de bienestar, generó unas expectativas que no se están cumpliendo. Prueba de ello son los datos que expuso Valderas: desde entonces, 900.000 personas han fallecido a la espera de recibir una prestación y ahora mismo hay cerca de 300.000 que aguardan ese trámite. «Es una máquina de frustración», comentó Valderas sobre la norma.

El problema: falta de financiación. Cuando se aprobó la norma preveía una financiación paritaria entre el ejecutivo central y las comunidades autónomas. «Han pasado 13 ministros del ramo y no se ha cumplido», denunció. Para Valderas está claro que algo falla: «Alguien tiene que coger el toro por los cuernos, porque esta situación no es de un país serio que ha adquirido el compromiso de cuidar a las personas mayores».

Cirer coincidió: «Hacemos instrumentos normativos que no están acompañados de la financiación adecuada. En eso, la Ley de Dependencia es un ejemplo muy claro porque el principal problema es la financiación». La consellera defiende que la propia norma es clara: «Deja muy claro que el Estado y las autonomías aportarán lo mismo». En Baleares, ahora mismo, la administración central solo destina el 25 por ciento. La espera para la valoración del grado de dependencia es de seis meses. «Podríamos estar mejor, en dos o tres porque para los mayores ese periodo cuenta».

Cirer también apunta a una competencia entre distintas administraciones por esos fondos. Pide que no se persista en el error y que se renuncie a modificar las prestaciones hasta que no se haya alcanzado la financiación «que corresponde» a la Ley de Dependencia.

Pacto de estado
Una propuesta de acuerdo

Valderas plantea un posible pacto de estado en torno a la dependencia: «Es una solución que proponemos nosotros, lo mismo que lo hay en torno a las pensiones o a la violencia de género. Aportaría unos principios irrenunciables para que se cumpla la ley gobierne quien gobierne». Lamenta que tanto la dependencia como otros problemas vinculados a los cuidados no entren en la agenda política. «No hay debate en el Parlamento sobre esta situación. Nosotros intentamos ponerlo en la agenda y además con soluciones».

Contratos públicos
Equilibrar los costes

El presidente de Clece denunció una serie de cambios regulatorios que «están dejando al sector vilipendiado» y que hacen muy complicado poder cumplir contratos con las administraciones públicas para prestar servicios esenciales. Señaló el impacto de la inflación acumulada del 20 %, el incremento del 61 % del SMI y subidas de cargas sociales. Las empresas se presentaron a esos contratos en base a unas condiciones que ahora han cambiado, generando costes mayores.

Valderas recordó que la Ley de Desindexación, aprobada en plena recesión, impide actualizar los precios de los contratos públicos. «Es una ley anacrónica de una época de recortes cuando España estaba amenazada de ser intervenida y ahora la situación es de expansión», señaló.

Empleo
Dignificación laboral

Valderas recordó que CC.OO., UGT y Sumar se mostraron de acuerdo en derogar esa norma, pero que su propuesta fue vetada en el Ministerio de Hacienda. Esa normativa también dificulta la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores. «Tenemos muy poco margen de maniobra para seguir impulsando la dignificación laboral de las plantillas», remarcó.

Cirer insistió en que las administraciones deben cumplir su responsabilidad: «Tenemos que ser capaces de cubrir los gastos porque si no, dejamos de cuidar a las personas. La empresa que presta el servicio tiene que poder pagar todo o, de lo contrario, dejará de atender a unas personas vulnerables».

Valderas subrayó: «Es necesario trabajar desde la sensibilidad y el diálogo. Estamos en una fase en la que eso brilla un poco por su ausencia». Citó como ejemplo la actuación del anterior secretario de Estado, Nacho Álvarez, que aumentó la financiación en 1.800 millones gracias al diálogo social.

Soluciones
Cada euro invertido vuelve

El presidente de Clece reclama amplitud de miras a los responsables públicos. Tanto él como Cirer coinciden en que hay que concienciar de que los fondos que se destinan a cuidados no son un gasto sino que tienen un importante retorno para las arcas públicas. «Son una inversión», defiende Cirer. Valderas puso las cifras sobre la mesa. Según sus cálculos, por cada millón de euros destinado a financiar la dependencia, la administración obtiene un retorno de 980.000 euros. «Es un círculo mágico». Reflexiona que «cada millón de euros invertido en atención a la dependencia genera 40 empleos directos» y «si estos trabajadores provienen del desempleo, el ahorro en prestaciones podría alcanzar los 570.000 euros anuales». Considerando que el 41% de la inversión en dependencia regresa a las arcas públicas en forma de impuestos y cotizaciones, «cada millón de euros destinado a este sector genera un retorno de 410.000 euros. Sumando este retorno al ahorro en prestaciones por desempleo, la Administración recuperaría casi el 100% de su inversión.

En casa
Escuchar a los mayores

Otra propuesta que hace Valderas tiene que ver con respetar la voluntad de las personas mayores, que en su mayoría prefieren permanecer en sus domicilios mientras su autonomía se lo permita. Reflexiona que, por ejemplo, el incremento anual de una pensión de viudedad supone una media de 66 euros más al mes. Pues bien, muchas de las personas usuarias del servicio de ayuda a domicilio prefieren renunciar a esos 66 euros si a cambio les ofrecen más horas de esa atención que reciben en sus casas. No en vano, más allá de la asistencia diaria en las tareas cotidianas, las auxiliares de ayuda a domicilio son un acompañamiento emocional clave para muchas personas mayores que, por diversas circunstancias, pasan varias horas del día a solas. De este modo, la ayuda a domicilio también ayuda a paliar posibles casos de soledad no deseada o aislamiento. «Si tú, por ejemplo, tienes a tu madre a quinientos kilómetros y hay una persona que va a verla una hora al día ya estás tranquilo». Para Cirer, esa inversión tiene otra cara, la de los cuidadores. «Es una forma de reducir la precariedad» en colectivos como personas migrantes que se dedican en gran medida a los cuidados.

EMPRESAS
Compromiso

Cirer alabó algunas de las iniciativas que desarrolla Clece como la ONG Corazón y Manos. Valderas explicó su origen: «Detectamos que compañeros nuestros tenían problemas y que no podíamos ayudarles como sociedad anónima, cuando con poco dinero se arreglan muchos problemas. Hemos ayudado a más de diez mil personas», manifestó. Puso como ejemplo la actuación llevada a cabo con la DANA de Valencia. La ONG ha movilizado fondos para ayudar a la reconstrucción de los hogares de los 800 empleados de la firma que se vieron afectados. «El retorno es fantástico».

Cuidar al que cuida
Atención psicoemocional

Otra iniciativa de Clece es el proyecto Cuidado en red, que proporciona una línea telefónica de apoyo psicoemocional a sus trabajadores. «Es un proyecto pionero que está teniendo un éxito brutal y lo hemos ampliado a los familiares directos de los empleados». Es un servicio confidencial, gratuito y disponible las 24 horas de los 365 días del año.

Por otro lado, la compañía también desarrolla actuaciones para mejorar la integración de personas dependientes como el proyecto Saboreando recuerdos, que se llevó a cabo hace unas semanas en Campos, un homenaje a las personas mayores usuarias de los servicios públicos gestionados por Clece. «Fue un acto de ciudadanía, de pueblo. Se respiraba familiaridad y ganas de vivir», destacó Cirer que participó en él. «Son actos entrañables, termina siendo muy parecido a una familia cuando una cuidadora lleva veinte años atendiendo a una persona», señaló Valderas. Para el presidente es importante, que la empresa haya podido conjugar el éxito financiero con el social: «Si lo hemos hecho nosotros, es algo que también pueden hacer otras empresas».