CONCENTRACIÓN

Nueva movilización contra la normativa que impide a los veterinarios dar medicamentos

Más de un centenar de personas se han concentrado para denunciar que la norma perjudica a los animales

Imagen de los manifestantes | Foto: Emilio Queirolo

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Más de un centenar de personas se ha concentrado esta mañana en la Plaza de España en contra de la nueva normativa de prescripción de medicamentos en las veterinarias que ha aprobado el Gobierno. Los concentrados, muchos de ellos con pañuelos azules y con sus animales de compañía, han iniciado una recogida de firmas para pedir cambios en la ley.

Denuncian que la nueva normativa supone un menosprecio a los profesionales, el incremento de la labor administrativa con una carga burocrática inasumible, impide adaptar los tratamientos a las necesidades de cada paciente, obliga a usar fichas desactializadas, limita la elección de los antibióticos por parte de los profesionales y obliga a los propietarios a recorrer farmacias para conseguir medicamentos, lo que puede provocar desabastecimiento y precios más altos. También denuncian que está provocando un abandono creciente de la profesión porque muchos veterinarios dejan su trabajo por estrés e inseguridad jurídica.

Andreu Oliver, de la Confederación Empresarial Veterinaria de España, denuncia que la norma cambia completamente la forma en la que habían estado trabajando hasta ahora, haciéndola burocráticamente muy complicada. Explica que, hasta ahora, cuando un paciente llegaba a la clínica, le podían hacer todo el tratamiento necesario al momento. Ahora hay que pedirlo en la farmacia, que en ocasiones no lo tiene por lo que se tiene que solicitar, lo que puede suponer un retraso de varios días. El veterinario se expone a una multa si da el tratamiento.

Ha asegurado que el Gobierno «se ha pasado de frenada» al aprobar la transposición de la normativa europea al reglamento que está en vigor y señala que, en la mayo parte de los países europeos, son los veterinarios quienes dan el tratamiento ya que son quienes mejor puede evaluar la dosis adecuada para una amplísima variedad de animales.

«Pedimos poder dar un medicamento directamente y que se pueda tratar al animal como como había sido hasta ahora», señala. Lamenta la inseguridad jurídica que implica el nuevo reglamento. Señala que está provocando un problema de salud entre los propios veterinarios. «Este año a vamos por el tercer suicidio», afirma. Está convencido de que los cambios añadirán «más leña al furgo"»y más problemas de salud mental.