La degradación del territorio inquieta a nueve de cada diez ciudadanos de Baleares

Un 52,5 % confiesa que está muy preocupado por la degradación del territorio, mientras que el 35,5 % dice que les genera cierta intranquilidad por los efectos futuros que pueda tener. En cambio, solo un 9,5 % de los encuestados admitió que esta situación les importa poco y un 2,2 % nada.

En conjunto, son datos que evidencian la concienciación que existe entre la población de las Islas sobre la depredación que sufre la costa y el suelo rústico, que es donde más se urbaniza. La construcción «desorbitada» en Mallorca implica un consumo de territorio de unos 5.500 metros cuadrados al día, que equivalen a edificar más de la superficie de la Catedral cada 19 horas, ya que la planta de la Seu tiene 4.360 metros cuadrados, según un estudio de Terraferida presentado el verano de 2023. Unos datos inéditos que permiten visualizar la magnitud de la situación.

Los efectos del cambio climático preocupan a ocho de cada diez ciudadanos de Baleares: un 43,5 % siente mucha incertidumbre y un 37,2 % responde que le inquieta algo. El Archipiélago sufrirá más las consecuencias de la crisis climática por el hecho de estar en el Mediterráneo, una zona roja en la que ya se empiezan a sentir temperaturas mucho más altas durante más meses del año y la desaparición de la primavera y el otoño. Los eventos meteorológicos extremos, como las torrentadas, o la falta de agua, son otras de las muchas secuelas provocadas por el calentamiento global.

Un 40,1 % de los encuestados están muy preocupados por este asunto. Destaca que tanto en el caso de la degradación ambiental como con el cambio climático, el porcentaje de ciudadanos que dicen estar muy preocupados es ligeramente superior en Menorca respecto al resto de Islas.

En la gestión de residuos un 48,1 % están muy alarmados, mientras que en Ibiza, donde se tendrán que enviar basuras a Mallorca, son los más desentendidos de Baleares: solo el 35,3 % están muy preocupados.