Así lo ha dicho la consellera del ramo, Manuela García, en su comparecencia en la Comisión de Hacienda y Presupuestos del Parlament para explicar las cuentas con las que contará su departamento este 2025.
García ha destacado que el presupuesto de la Conselleria de Salud ascenderá este año hasta los 2.445 millones de euros, 77,6 millones más (una subida del 3,4%) que en los de 2024 —que estaban prorrogados hasta ahora— y 209 millones más (un 9%) que en los de 2023, aprobados por el anterior Govern. Estas cuentas, las segundas de la legislatura, permitirán «continuar con el cambio y con el blindaje» de un departamento que recibirá el 32,8% de los fondos totales, es decir, casi uno de cada tres euros.
«Estas cuentas demuestran de nuevo el compromiso de este Govern con las políticas sociales, a las que este 2025 se destinan un total de 4.438 millones de euros, 216 millones más que en 2024», ha reivindicado.
La mayoría del presupuesto de este 2025, ha subrayado García, se destinará a «recuperar y consolidar» los derechos de los trabajadores sanitarios que fueron «paralizados» por el anterior Govern.
Así, se «normalizará» la recuperación de la carrera profesional y se devolverán las cuantías correspondientes al incremento salarial del 2,9% que fueron paralizadas durante la anterior legislatura, entre otras mejoras salariales.
Durante estos primeros meses del año, en que la Conselleria de Salud ha funcionado con los presupuestos prorrogados, «ha seguido trabajado como siempre» y ya se han comprometido buena parte de los pagos del IbSalut y de varias direcciones generales, ha apuntado García.
128,6 millones más para el personal
La partida que más crecerá este año, ha destacado la consellera, es la relativa a los gastos de personal, que se incrementarán en un 12,1% hasta los 1.196 millones de euros, 128 millones más que en 2024.
Se destinarán, fundamentalmente, a consolidar las nuevas acciones puestas en marcha a lo largo del año pasado y a «ampliar los derechos de más de 20.000 profesionales» que forman parte del IbSalut.
La Conselleria, por otra parte, seguirá este año con su objetivo de «empoderar» la apuesta por la salud mental que se inició con la creación de una Dirección General específica.
«Por eso seguimos invirtiendo en las necesidades asistenciales para tratar los trastornos emocionales y podemos destacar que solo el IbSalut invertirá un total de 73,5 millones de euros en salud mental», ha destacado García. Solo en el personal de este departamento se invertirán unos 60 millones de euros, una subida interanual del 12% y del 29% respecto a 2022.
El IbSalut será el organismo que se lleve la partida presupuestaria más alta, de 2.426 millones de euros, un incremento de 151 millones respecto a 2024 que supondrá llegar a una «cifra histórica» y constata, a juicio de García, que las políticas sociales de salud «son una prioridad para este Govern».
Infraestructuras y listas de espera
Uno de los aspectos en los que la consellera ha puesto mayor énfasis es la inversión de 107,8 millones de euros que contempla el Plan de Infraestructuras 2024–2027.
Uno de los proyectos más destacados, ha dicho, es el hospital de atención intermedia de Son Dureta, en el que se invertirán 56 millones de euros procedentes de los fondos de insularidad y mejorará la atención de las personas mayores.
«El Ibsalut ha diseñado un plan de infraestructuras que está recuperando todos los proyectos de unidades básicas y centros de salud que se encontraban estancados y para los que no había prevista ninguna partida presupuestaria», ha celebrado.
Así, este 2025 ya están en funcionamiento las unidades básicas de Montuïri, Sant Joan y Santa Margalida. Este junio se prevé que ya esté operativa la nueva sede de los servicios corporativos del IbSalut y, antes de que acabe el año, finalicen las obras de los centros de salud de Son Ferriol y Pollença y la unidad básica de Consell.
Otro de los objetivos principales de su Conselleria, ha apuntado García, será la reducción de los tiempos de espera y se destinarán a ello los recursos económicos necesarios para desplegar las medidas previstas en el Plan de Abordaje de las Listas de Espera.
Estas, ha celebrado, cada vez son menores y, por ende, hay menos pacientes pendientes de una consulta o una operación. En ese sentido, ha proseguido la consellera, se continuará trabajando en incrementar la actividad asistencial en los hospitales públicos y mejorar la eficiencia en la derivación de los pacientes a los centros con convenio singular y concertado.
EL PSIB augura más listas de espera y Vox ve «sombras»
Tras la exposición inicial de la consellera, los grupos parlamentarios han tenido oportunidad de interpelarla. La diputada socialista Irantzu Fernández le ha reprochado que las cuentas son exactamente las mismas que las presentadas a finales del año pasado, sin subsanar los «errores» que tenía ni incluir partidas para abordar las nuevas situaciones sanitarias que han ido surgiendo.
«¿No ha visto la necesidad de cambiar nada en estos presupuestos?, ¿todos los cambios que hagan serán solo los que Vox les pida en las enmiendas que están ocultas?», le ha preguntado.
Fernández ha cargado contra la consellera por «presumir» del presupuesto más alto de la historia pese a presentar «incremento más pequeño de los últimos años». Eso, ha aventurado, devaluará el servicio sanitario y provocará más listas de espera en especialistas y atención primaria.
La diputada de Vox María José Verdú, por su parte, ha puesto el foco en asuntos que, a su parecer, generan distorsiones en la sanidad pública, como la insularidad, el envejecimiento o el incremento de la población no empadronada.
Es por ello que ha llamado a repensar el sistema de acceso universal a la sanidad y a establecer mecanismos de control de acceso a los servicios sanitarios. García no se ha pronunciado al respecto de forma explícita, aunque ha asegurado que «jamás una persona que ha llegado a la puerta de un centro sanitario se ha dejado de atender».
Las cuentas que ha presentado la Conselleria de Salud, ha proseguido Verdú, «tienen luces y sombras». Entre las segundas, ha destacado algunas «inercias ideológicas que merecen ser revisadas con lupa». Para evitar que haya un nuevo «caso Mascarillas» ha abogado por realizar auditorías. «Una sanidad libre de corrupción, ese será nuestro objetivo», ha enfatizado.
La diputada de MÉS per Mallorca Marta Carrió ha lamentado que la partida destinada a salud mental no llegue a los 5 millones de euros prometidos, ha considerado insuficientes los 9 millones que se destinarán a contratar a unos 150 nuevos profesionales del IbSalut y se ha interesado por el proyecto de ley de adicciones que la consellera «prometió que entraría en este periodo de sesiones».
La diputada 'popular' Isabel Maria Borrás ha celebrado los «avances históricos» de las partidas destinadas a la sanidad, ha alertado de las bajas tasas de vacunación y ha recriminado la falta de apoyo del Gobierno central.
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