En un mundo dominado por la imagen y el entorno digital los daltónicos se topan con muchas barreras a la hora de navegar, compartir imágenes o jugar a videojuegos, pero la tecnología no solo les ha traído nuevas dificultades, también se están desarrollando herramientas dirigidas a mejorar su calidad de vida.
El ingeniero informático mallorquín Miquel Vidal Coll (Bunyola 1997) decidió desarrollar una app como proyecto de fin de grado para facilitar el día a día de las personas daltónicas. Diagnosticado con 11 años, sabe en primera persona que otras apps, o dispositivos como las gafas para daltónicos que 'El Hormiguero' viralizó hace unos años, no siempre cumplen con su objetivo, e incluso pueden generar más confusión. Su tesis fue premiada por el Colegio de Ingenieros Informáticos de Baleares.
«El daltonismo es una enfermedad genética en la que tenemos dificultada la visión de los colores. Hay varios tipos, aunque la más frecuente es la que dificulta distinguir el rojo del verde o viceversa cuando se superponen. Para que la gente lo entienda, si tienen un cesto lleno de calcetines verdes y rojos no son capaces de emparejarlos. Está ligado al cromosoma X y es recesivo, por eso se diagnostica habitualmente entre los varones», explica la oftalmóloga Ana Cardona.
Como ocurre con otras enfermedades genéticas, es lógico es pensar que el daltonismo se dé más en los territorios en los que hay más consanguinidad. En Baleares, a pesar de la condición insular, «no parece darse esta circunstancia, aunque lo cierto es que seguramente no se han hecho estudios específicos que permitan saber a ciencia cierta si su incidencia es mayor a la que se da en el resto de España», explica la especialista.
Hoy por hoy no existe un tratamiento cien por cien efectivo. Los pacientes recurren en algunos casos a lentes de contacto o gafas especiales que pueden ayudarles a distinguir los colores pero nunca llegan a ver el mundo con las tonalidades que observamos el resto.
Los protocolos de actuación en la sanidad pública balear establecen que debe realizarse un test de daltonismo a los niños y niñas en las exploraciones que se realizan en consulta a la edad de cuatro y seis años. Es lo que se conoce como protocolo de revisión del niño sano. «Detectamos si son daltónicos o no, aunque no hay tratamientos, es importante saber si se da o no esa condición porque pueden necesitar adaptaciones escolares o de orientación laboral», relata Ana Cardona.
La doctora explica que se ha encontrado con algunos pacientes que preparan oposiciones y una vez pasadas las pruebas físicas no pasan el test médico porque son daltónicos. «Por eso es importante ser conocedor, de cara a una inserción laboral aunque no se considera una discapacidad», reflexiona.
Los daltónicos no pueden ser pilotos de aviación ni capitanes de marina, si bien pueden sacarse la licencia de conducir sin problema y la licencia de navegación, en este caso limitada a la navegación diurna. «Eso es así porque el rojo y el verde se usan por normativa para distinguir estribor y babor lo que te permite saber si el barco va o viene, si son daltónicos no pueden hacerlo», añade.
La doctora explica que «La mayoría de padres no saben que sus hijos son daltónicos y tampoco algunos adultos, porque en el día a día se adaptan buscando otras referencias de forma natural. Por ejemplo un semáforo no es una limitación, porque crecen diferenciando cuándo está en verde o en rojo dependiendo de la posición de la luz».
En algunos casos la sospecha surge en el colegio cuando los niños empiezan a pintar y no usan los mismos colores que el resto o cuando les dicen que coloquen gomets de distintos colores siguiendo un orden. A veces piensan que es un retraso madurativo y no daltonismo.
¿Cómo podemos saber si somos daltónicos? Existen varios test especializados que habitualmente se pasan en las revisiones laborales o a la hora de obtener certificados médicos para conducir. También los hay en internet. Uno de los más usados es el test de Ishihara.
Esconden números en el interior de un círculo con distintas combinaciones de colores. Si tienen dificultades para distinguir las cifras, conviene acudir a un profesional. Les dirá si tienen o no daltonismo y de qué tipo. Es una condición para toda la vida pero no empeora ni cambia con el tiempo.
Hay otras enfermedades como el glaucoma o los ictus que pueden producir una alteración adquirida de los colores, aunque es algo relativamente infrecuente, el daltonismo en cambio es una condición congénita.
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