Este sábado, en la última jornada de Inmosapiens, diseccionará el sector balear y lanzará sus previsiones para este año. Luis Fabra, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, director de los Estudios de Mercado Inmobiliarios y de la Cátedra en Mercado Inmobiliario de Zaragoza, vaticina una reducción de los precios. Pero no este año.
¿Qué diagnóstico puede hacer del sector inmobiliario en Balears hasta ahora?
—Ha habido un menor grado de actividad respecto a años de subida como 2022, en el que se registraron 18.000 compraventas. Había bajos tipos de interés, ahorro por la COVID, la percepción de que había que cambiar de vivienda. Por eso la actividad fue tan bien. Tras la subida de los tipos de interés, en 2024 casi llegamos a las 15.000 operaciones en las Islas. Son buenos datos pero no llegan a los de 2021 y 2022. Se ha frenado porque los precios son muy elevados.
¿La vivienda ya es cara incluso para los extranjeros?
—La demanda extranjera supone el 30 por ciento de las compraventas y de éstas, los alemanes compran la mitad. Se superan los 3.500 euros el metro cuadrado y el ticket medio es de 450.000. Balears encabeza el precio del metro cuadrado en España. Sin embargo, los salarios de los residentes son similares a los del resto de España.
¿Se ha expulsado a los baleares de la vivienda?
—Es imposible acceder a ella. En compraventa, la media de la cuota hipotecaria en las Islas es de 1.200 euros. El alquiler es aún más alto, con una media de 17 euros el metro cuadrado, es decir, por un piso de 100 metros cuadrados hay que pagar 1.700 euros. Es inviable esta situación, que se traslada al alquiler de habitaciones.
¿Hay riesgo de burbuja inmobiliaria?
—Balears tiene un riesgo de burbuja por el comportamiento inestable de las economías de las familias. Los factores sociodemográficos influyen: en unos años la población balear ha crecido un 50 por ciento, en su mayor parte extranjera. El mercado percibe unas expectativas que no son sostenibles. En España ya están en los datos máximos de 2007, pero aquí es imposible subir más allá de los precios de 2023. Y, sin embargo, hay una expectativa de subida de precios. Esas expectativas son superiores a la lógica. La gente compra porque cree que la situación irá a peor. Se adelanta la demanda futura, pero bajarán las ventas. No es una buena noticia que los precios sean tan elevados. Habrá una moderación de los precios, pero no en 2025.
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Hay que okupar las segundas residencias de extranjeros, fondos buitres y sobre todo políticos.
CruceristaHo dius de veres? Ja ho hem estat fent durant dècades! magaluf, palmanova, s'arenal, cala millor, sa coma, port d'alcúdia, cala bona, el toro/sol de mallorca, cales de mallorca, peguera... per dir-ne uns quants... tots aquests nuclis eren 4 cases d'estiueig dels veinats, o directament no existien, fa tot just dues generacions. I mira-ho ara: cases per més de 100.000 persones. Ha solucionat res? Jo diria que més aviat lo contrari. A Balears clarament hi ha una bombolla immobiliària, les cases tenen aquests preus tan exagerats en base al valor especulatiu i la quantitat de demanda exagerada. És a dir: els mateixos que compren en massa són els mateixos que provoquen la il·lusió de que els preus pujaran sempre. Cap inversor compraria un xaletarro el doble de car que a la península si no fos perquè pensa que en podrà treure més en el futur proper. Però basta que, per la raó que sigui, deixin de venir estrangers a comprar... o se persegueixi de veres el lloguer il·legal... o el canvi climàtic, o la saturació, o els embossos, o la falta de personal, o un poc de cada, ens facin menys competitius/atractius com a destí turístic... i de cop els preus deixen de pujar! en algun moment arribarà, prest o tard. És el que tenen les bombolles, que mai se sap clar quan faran el tro, fins que passa.
Y porque no hacer contruccion masiva?