PROYECTO

Hacia un sindicato de ‘kellys’ del hogar

Andiara organiza un ciclo de encuentros para mujeres migrantes trabajadoras del hogar y de los cuidados de Baleares con el objetivo de unirse para defender sus derechos

Grupo de mujeres participantes en uno de los encuentros de Andiara | Foto: SANDRA PÉREZ-HITA

TW
9

«Lo que pasa dentro de las casas muchas veces se queda dentro de las casas». Con estas palabras, Abril Iriani, coordinadora de proyectos de sensibilización y justicia social de Andiara, resume el meollo de la problemática que afecta a muchas mujeres migrantes trabajadoras del hogar y del sector de los cuidados, un colectivo «cuyos derechos laborales y sociales son vulnerados muy a menudo. Muchas veces viven y trabajan en condiciones muy precarias y no tienen acceso a derechos básicos como un contrato laboral, una tarjeta sanitaria o vacaciones, días libres y ratos de descanso suficientes, sobre todo cuando están internas y no tienen los papeles en regla. En los peores casos, están expuestas incluso a agresiones sexuales y se ven indefensas ante ellas», denuncia Iriani, quien coordina un ciclo de encuentros formativos y participativos con mujeres de este colectivo con el objetivo último de facilitar su unión de cara a defender sus derechos.

Se han celebrado ya los dos primeros encuentros de este proyecto, con la participación de una quincena de mujeres, en los que se ha fortalecido el conocimiento de sus derechos laborales y sociales y se ha fomentado la organización y movilización del colectivo. «El primer encuentro, celebrado a finales de marzo, lo dedicamos a facilitarles información sobre extranjería, tipos de arraigo y derechos laborales y sociales, además de repasar los recursos y servicios existentes a su disposición y otras informaciones útiles para el colectivo», explica.

Norma Falconi

«El segundo, celebrado en abril, se centró en el intercambio de experiencias en torno al asociacionismo y el sindicalismo, de la mano de Norma Falconi, cofundadora de Sindihogar/Sindillar, el primer sindicato independiente de mujeres trabajadoras del hogar y los cuidados de España, y Silvia Contreras, una de las camareras de piso impulsoras de la asociación Kellys Unión en Balears», abunda Iriani, quien destaca que las catorce mujeres participantes hasta la fecha «están muy emocionadas y motivadas con el proyecto. Tener un espacio en el que encontrarse y poner en común sus experiencias las empodera de cara a exigir sus derechos y luchar por ellos», celebro.

«Nos encantaría que de estos encuentros saliera algún tipo de asociación o sindicato del colectivo en Baleares, pero ese será un proceso que deberán liderar ellas mismas», reflexiona Iriani, quien adelanta que el próximo encuentro se celebrará a finales de este mes, con objeto de recoger las reivindicaciones del colectivo de cara a elaborar un informe que se difundirá entre las instituciones y la ciudadanía.

«Se trata de dar a conocer su problemática y recordar a la sociedad y a las entidades cuáles son las obligaciones que tienen tanto los empleadores como las administraciones hacia estas mujeres», remacha.