Llega antes de tiempo a la entrevista, espléndidamente acompañado. Nadie diría que Mario Conde, el exbanquero que ingresó en el Olimpo de los dioses y descendió abruptamente a los infiernos, cumplirá 77 años en septiembre. Acepta repasar la actualidad local, nacional e internacional en una extensa entrevista con Ultima Hora, y solo pone un límite: «De temas personales no hablo».
En la Isla está como en casa: ¿Cuántos veranos ha pasado en Mallorca? — Muchos. El primero fue en 1974, recién casado. Desde entonces, hasta 1997, permanentemente he estado todos los veranos aquí, en Pollença. He vivido en la Isla más que en ningún otro lado. No solo en verano, me encantaba venir también en invierno. Se puede decir que soy medio mallorquín.
¿Cómo ha cambiado la Isla? — Bueno, yo ya no la reconozco. Pero es un fenómeno que pasa en toda España. Se pierde la personalidad de los sitios, pero en una isla más. Esos años de finales de los 80 Mallorca era una auténtica maravilla. Pero claro, todo tiene un precio en esta vida. Si queremos turismo e ingresos por turismo tenemos que soportar los costes. ¿Se puede moderar? no lo veo fácil.
¿Cómo se puede controlar la masificación? — Creo que no hay más remedio. Todo el mundo es consciente de que hay que hacerlo. El problema es encontrar el modo. Una tasa especial. El turismo consume recursos públicos y naturales. ¿Qué turista debe pagar, el nacional el extranjero? Algo hay que hacer y se debe hacer. Los recursos de una isla son limitados. Mallorca tiene una personalidad tremendamente clara y hay que tratar de preservar esa personalidad como sea.
Los precios están disparados. — Lógico. Si hay masificación hay un incremento de la demanda y si la oferta se mantiene igual se genera un fenómeno inflacionario inevitablemente. No es exclusivo de Mallorca. El otro día en Sevilla, un ‘metre’ me dijo: Don Mario, como esto siga así los sevillanos nos tendremos que ir. Conozco a muchos mallorquines y están preocupados por la pérdida de la personalidad propia de la Isla. El mallorquín es muy mallorquín, quiere mucho a su tierra y a sus costumbres.
«Desearía que el rey Juan Carlos pudiera vivir en España los años que le queden, si es lo que desea. Y no vivir en el extranjero»
¿Ha padecido estos días esta masificación? — Pues mire, ayer (día Primero de Mayo) íbamos a cenar al Portixol caminando por el dique y no vimos un español en toda la playa. Ya no digo un mallorquín, le digo ni un español.
¿Cómo ve la guerra en Ucrania? — Se ha vendido de una manera muy lineal: hay un invasor que es Putin e invade el otro país. No es exactamente así. El problema es la seguridad de Rusia y la pertenencia a la OTAN de Ucrania. Rusia tiene la obligación de defender sus fronteras, es algo elemental porque la OTAN es una organización militar y su objetivo es precisamente Rusia. Y Putin lleva mucho tiempo advirtiendo que no debe ingresar en la OTAN.
¿Cómo será la paz? — Llegará, se lo aseguro. Rusia preservará los territorios que ha conseguido en la guerra y Ucrania no entrará nunca en la OTAN. Es el final del cuento. Como eso será así, uno se pregunta: ¿Y para qué, entonces, tanto derramamiento de sangre, tantas vidas y tanto dinero?
Mario Conde con el subdirector de Ultima Hora, Javier Jiménez.
¿La Unión Europea ha estado a la altura? — En mi opinión, no. No ha sabido reaccionar adecuadamente al verdadero fondo de la guerra de Ucrania. Rusia no va a ceder. La UE se dará cuenta que no tiene sentido despilfarrar vidas y dinero. Debería hacer lo que hace Estados Unidos: alimentar la paz.
En economía, ¿Donald Trump va de farol o es un fenómeno? — Hay que distinguir dos cosas. Una es la apariencia, la estridencia de Trump en sus comportamientos. Y otra la coherencia en sus ideas. Es estridente, pero es un empresario. Detrás de él no solo hay aranceles, es una filosofía del Estado, los recortes de los gastos innecesarios, del presupuesto público, el mantenimiento de la libertad y de la iniciativa privada.
«Trump está dejando una huella muy importante, detrás de él hay todo un pensamiento que tropieza con el pensamiento ‘woke’»
¿Y los aranceles? — Lo que está haciendo es decir que eso de la libertad de comercio no es del todo cierto, puesto que muchos países mantienen barreras arancelarias y barreras no arancelarias. Entonces, oiga, sentémonos a negociar. Sabe que unos aranceles a largo plazo no se pueden mantener y lo que está haciendo es negociar. Y reordenar para que no se aprovechen otros países de Estados Unidos. Es un hombre que está dejando una huella muy importante, detrás de él hay todo un pensamiento que tropieza con el pensamiento ‘Woke’.
¿Europa, sin Estados Unidos, qué es? — Recuerdo cuando hablé con Margaret Thatcher sobre la Unión Europa y me dijo: No se preocupe, que eso va en un tren equivocado. ¿Qué sabemos sobre la UE? Pues que es una colección de señores instalados en Bruselas que se dedican a legislar. No hay una unión política. No hay unanimidad. No gozan de prestigio. Y han cogido la guerra de Ucrania y a Trump para ganar prestigio. Y hacen cosas estridentes, como lo del kit de supervivencia. Que, por cierto, nos habría venido bien en el apagón.
El empresario cree que Trump sabe muy bien lo que hace.
¿Israel comete un genocidio en Gaza o se defiende del ataque terrorista del 7 de octubre? — Un israelita te dirá que se defiende. Vamos a ser claros: ¿Quién inició el problema? Los terroristas, que mataron a más de mil personas. Lo que no calibraron es la respuesta de Israel. ¿Genocidio? Creo que están intentando eliminar los focos de terror, para que no vuelva a ocurrir jamás. Es dolorosísimo, lo comprendo, pero también fue muy doloroso el asesinato de más de mil israelitas.
¿Cómo valora el gran apagón? — Es más grave de lo que parece. Tenemos un modelo de vida muy vulnerable. La tecnología falla, no le podemos entregar la vida a la tecnología. ¿Qué pasa si falla? Pues que no había un plan B. El Estado no lo tenía.
¿Qué opina del Gobierno? — Pedro Sánchez te puede gustar o no, pero ha demostrado que es un político muy listo, con una cintura tremenda, con gran capacidad negociadora. Con 80 diputados fue presidente. Y ahora se hace una imagen internacional y visita a los chinos. Es un político de raza. Y tiene enfrente a un político como Feijóo que, según las encuestas, no acaba de rematar. No soy votante de Sánchez, pero no soy ciego.
Hay un dato biográfico suyo curioso: ¿De universitario vendía sus apuntes? — Sí, como sacaba matrículas de honor, si los querían tenían que pagar. Con un amigo que ya murió los vendíamos. Nos los quitaban de las manos. No solo en Deusto. También en Madrid.
¿Con el Rey emérito sigue teniendo contacto? — Muy poco. Y estoy muy apenado porque creo que este país se ha portado fatal con don Juan Carlos. Y desearía que pudiera vivir en España los años que le queden si es lo que desea. Y no tener que vivir en un país extranjero.
¿Sigue en la tele el culebrón de las fotos de Bárbara Rey? — No, ya no lo sigo. Me parece que es remover la basura.
Dicen que usted ayudó al Rey. — Bueno, me pidieron ayuda y se la di. Pero es un tema muy privado.
Tenemos 2 masificaciones: el turismo y la inmigración. 2, no una. y controladas, ambas son buenas y necesarias , pero fuera de control ambas se vuelven malas. ¿ Quién es el responsable de controlar cosas ?
Habría que proteger el pequeño comercio y a las empresas locales de las multinacionales. Me parece lamentable que marcas cutres internacionales, sin personalidad ni identidad ninguna, estén montando tiendas en pueblos emblemáticos de la sierra de Tramontana.
El Govern Balear actual está de adorno. Lo poco que hacen va contra los españoles y residentes, como irse a Dubai a traer más gente a las islas.
Esto ya no se aguanta. Hay que revertir las cosas, no basta ni con pararlas.
67 comentarios
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Este señor era un chorizo
Hombre de gran inteligencia y admirable como ladrón donde los haya.
veinatSe nota que has viajado poco, eso díselo a los alemanes, holandeses, etc a ver si les gusta esto en su lugar de residencia
ja ha tornat es dobbers???? quina cara!!!!
Tenemos 2 masificaciones: el turismo y la inmigración. 2, no una. y controladas, ambas son buenas y necesarias , pero fuera de control ambas se vuelven malas. ¿ Quién es el responsable de controlar cosas ?
NorteñoNadie está contra el turismo, estamos contra el turismo de masificación.
Norteño, MENTIDA .
Quin careto de mort vivent.
Un puput en cresta molla, idò!
Habría que proteger el pequeño comercio y a las empresas locales de las multinacionales. Me parece lamentable que marcas cutres internacionales, sin personalidad ni identidad ninguna, estén montando tiendas en pueblos emblemáticos de la sierra de Tramontana. El Govern Balear actual está de adorno. Lo poco que hacen va contra los españoles y residentes, como irse a Dubai a traer más gente a las islas. Esto ya no se aguanta. Hay que revertir las cosas, no basta ni con pararlas.