sanidad

Unas 66.000 personas en Baleares tienen una enfermedad renal crónica y no lo saben

Juan Manuel Buades, jefe del Servicio de Nefrología de Son Llàtzer, incide en la importancia de una detección temprana

El doctor Buades es Jefe de Nefrología en Son Llàtzer, cargo que también ocupó en el Hospital de Inca. Coordina además la estratégia autonómica de ERC | Foto: RD

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Se estima que en las Islas, cerca de 165.000 personas padecen enfermedad renal crónica y que un porcentaje muy elevado, de hasta el 40 %, aún no lo sabe.

«Una persona puede perder hasta el 90 % de la función renal antes de que experimente algún síntoma reconocible, como cansancio, falta de apetito, picor, náuseas, vómitos, ahogo, hinchazón… Sin embargo, el problema se lleva por dentro, pues el cuerpo y el sistema circulatorio envejecen de forma prematura, por lo que se vive menos tiempo y con peor calidad de vida», explica el doctor Juan Manuel Buades, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Son Llàtzer.

La enfermedad renal crónica (ERC) implica que la función de los riñones es menor de lo normal y puede acabar en un fallo o una insuficiencia renal que obliga al tratamiento con diálisis o trasplante de riñón.

El especialista señala que un abordaje temprano de la enfermedad puede ralentizar su proceso y que en los últimos años han aparecido nuevos tratamientos farmacológicos que, iniciados a tiempo, «pueden mejorar la supervivencia y retrasar, e incluso evitar, que lleguen al último estadio o fallo renal», aclara.

Prevención y detección

Asimismo, el nefrólogo mallorquín insiste en la importancia de mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta sana y equilibrada, baja en sal y sin exceso de proteínas de origen animal. Recomienda además la actividad física, perder peso y dejar de fumar para mantener nuestra salud renal.

Pero ante todo, considera fundamental el diagnóstico temprano de la enfermedad para mejorar el pronóstico.

«Es fácil y poco costoso saber cómo tenemos la salud renal. Basta con una analítica en sangre, midiendo la creatinina y estimando el filtrado glomerular, y un análisis de orina, que mire si hay albúmina y sangre. Con esto podemos tener una idea inicial bastante precisa de cómo está nuestra salud renal», detalla.

Obesidad

Por ello, son los médicos de familia los que detectan inicialmente las anomalías en la función renal y desde atención primaria se derivan al especialista los casos que requieren ampliar los estudios o que reflejan que la ERC está en un estadio avanzado o progresa rápidamente.

Juan Manuel Buades explica además que la diabetes y la hipertensión arterial son las dos causas principales de enfermedad renal. Y que la obesidad, que se asocia a la diabetes, también está implicada en el debut de esta patología.

«Luego hay otras causas menos frecuentes y conocidas como las glomerulonefritis, nefropatías intersticiales, las asociadas a enfermedades sistémica o enfermedades hereditarias. En algunos casos, para poder saber la causa es necesaria una biopsia renal», añade.

Por otro lado, Buades aclara que «las causas más frecuentes de muerte por culpa de la enfermedad renal crónica son las cardiovasculares, como infarto de miocardio, ictus o insuficiencia cardiaca, y aunque no se cuentan como si la causa fuera renal, está claramente implicada».

El especialista señala además que tener una enfermedad renal supone un mayor riesgo de complicaciones para otras enfermedades como la Covid-19.

La «epidemia silenciosa» que ya afecta a un 15 % de la población

Actualmente unos 850 millones de personas en todo el mundo viven con enfermedad renal crónica, entre el 8 y 10 % de la población adulta. En España, la prevalencia puede llegar al 15 %, afectando a seis millones de personas en nuestro país y si continúa con la misma tendencia, los especialistas avisan que en 2040 será la quinta causa de muerte a nivel mundial y la tercera a nivel nacional. El carácter silencioso de la patología en sus estados iniciales, sumado a las altas cifras en que se traduce, ha llevado a los profesionales de la salud a describirla como una epidemia silenciosa.