EDUCACIÓN

Repensar el patio escolar

El II Fòrum Temps de Pati Saludable promueve la conversión del espacio en un lugar seguro física y emocionalmente

Niños de Primaria durante el tiempo de patio escolar en un centro educativo | Foto: Jean-Baptiste Gurliat

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Coordinado por el psicólogo Jorge Serrano, este miércoles se inicia en la UIB el II Fòrum Temps de Pati Saludable, que promueve la reconsideración del espacio de patio en los centros educativos de Mallorca, aunque la iniciativa se plantea extenderse también a Menorca.

Serrano explica que «el patio escolar clásico se ha basado hasta ahora en una pista central deportiva, principalmente de fútbol o baloncesto, lo que deja al resto de posibles actividades, normalmente menos intensas, en un lugar secundario e incluso puede crear diferencias de género. El patio debe responder a lo que todos los protagonistas de ese espacio quieren que pase. El patio tiene que ser seguro, física y emocionalmente. Si no es así, se convierte en el caldo de cultivo idóneo para el bullying. La observación del patio nos puede dar mucha información sobre posibles casos de acoso».

En este sentido, el coordinador del foro señala que «el tiempo de patio no es un paréntesis en la labor educativa. Puede servir para desconectar de lo que son estrictamente las clases, pero debe seguir siendo un espacio de aprendizaje en el que se pueden proponer diversas actividades, sin obligar a nada a nadie. Para ello es necesaria una transformación del espacio, más naturalizado y diverso».

Jorge Serrano, coordinador del foro. | T.Ayuga
Jorge Serrano, coordinador del foro. | T.Ayuga
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Jorge Serrano destaca «la necesidad de que el patio que queremos sea fruto de un proceso participativo, con protagonismo de familias y alumnos. Y no se trata de eliminar el fútbol o el baloncesto, sino de que todo el mundo pueda encontrar su lugar. Si no es así, mirando unas fotos, será difícil diferenciar entre el patio de un centro educativo o el de una prisión».

El coordinador es consciente de que «no todos los centros tienen las mismas condiciones para transformar sus patios, pero todo depende de la voluntad de la comunidad educativa, de los recursos y de las ideas y propuestas que puedan plantear los propios docentes. Lo que no tiene que ocurrir es que la transformación del patio dependa de unas personas concretas y que, si éstas se marchan del centro, todo lo hecho hasta el momento se desinfle».

Serrano también apuesta «por la creación de refugios climáticos en los patios escolares, abiertos a toda la ciudadanía fuera de los períodos y de los horarios lectivos. Es fundamental esa condición de refugio climático para los alumnos en unos meses de junio y septiembre cada vez más calurosos. El objetivo es complicado en patios que son todo cemento, pero, en la medida de lo posible, hay que crear más zonas verdes y arboladas. No es suficiente con un porche para que los alumnos tengan sombra. Los patios tradicionales apostaron por las pistas deportivas y se olvidaron de la naturaleza».

Jorge Serrano también se refiere al patio como tiempo de merienda, «que debe ser relacionada con la alimentación saludable. No sólo se trata de fomentar hábitos saludables de alimentación, pues la merienda en grupo es también un acto de interacción social y tiene su importancia».