Son Amar proyecta un agroturismo con 50 plazas de alojamiento

El proyecto reformará las casas actuales y convertirá el molino en una zona de spa

El proyecto reformará las casas actuales y el molino

TW
42

La finca de Son Amar, situada en el término municipal de Bunyola, quiere dar un nuevo paso en su evolución histórica con la puesta en marcha de un agroturismo de 50 plazas.

El proyecto presentado por la propiedad para reconvertir una parte de la finca rústica en un alojamiento turístico, cuya licencia tramita el Ajuntament de Bunyola, respeta los valores agrarios, patrimoniales y paisajísticos del entorno, no incluye nuevas edificaciones y tampoco prevé «efectos significativos sobre el medio ambiente», según refleja una reciente resolución de la Direcció General d’Harmonització Urbanística y Avaluació Ambiental, dependiente de la Conselleria d’Habitatge, Territori i Mobilitat del Govern, a la que ha tenido acceso Ultima Hora.

El agroturismo proyectado se ubica en las parcelas número 29 y 13 del polígono 1 de Bunyola y consiste en la reforma y ampliación de algunas de las antiguas casas de la posesión de Son Amar, tanto la edificación principal, como las anexas en el ala oeste y el molino, todos ellas anteriores al año 1956 y que conforman una superficie construida de 4.244 metros cuadrados, para su cambio de uso a agroturismo de 50 plazas de alojamiento.

No osbtante, en la resolución se insiste en que de acuerdo con el decreto 39/2015 que fija los principios generales de las actividades agroturístiticas en explotaciones agrarias preferentes de les Illes Balears, «el numero de plazas de alojamiento destinadas al público serán de un máximo de 24» por lo que advierte de que «corresponde al organo substantivo determinar si el proyecto es viable jurídicamente».

El proyecto prevé la adaptación de la casa principal para acoger en la planta baja la recepción, restaurante, bar-cafetería, baños, tienda y taller de bicicletas.

También contempla la habilitación de 24 unidades de alojamiento distribuidas de la siguiente manera: 8 en la planta baja, 11 en la primera planta y 5 en la segunda. Equivalen a 25 dormitorios y 50 plazas de alojamiento.

Noticias relacionadas

Por ultimo, establece la reforma del molino de la posesión para convertirlo en una zona de spa y bienestar, así como el acondicionamiento de los espacios exteriores, incluyendo los caminos internos y las zonas ajardinadas con vegetación autóctona. No seran necesarias nuevas zonas de aparcamiento porque ya existe un espacio destinado a este uso, tal y como indica la resolución de la Direcció General d’Harmonització Urbanística y Avaluació Ambiental del Govern.

Los terrenos donde se sitúa el proyecto de agroturismo están clasificados como suelo rustico común de régimen general (SRC-SRG), de acuerdo con el Plan general de Ordenación Urbana (PGOU) de Bunyola y el Pla Territorial de Mallorca.

En el capítulo energético, la finca de SonAmar dispone de conexión a la red electrica pública y de una instalación de placas fotovoltaicas que produce más de la mitad de la energía que se consume, concretamente el 53,43 por ciento. Tiene dos grupos electrógenos de gas de 440 y 220 kilovoltamperios y prevé otro de apoyo que supondrá el 40 % d ela potencia instalda tota. Asimismo, el proyecto de reforma prevé cubrir parte del agua caliente sanitaria con placas solares térmicas.

En lo que respecta al suministro de agua, la finca dispone de tres pozos en proceso de regularización y resolverá temporalmente el suministro mediante camiones cisterma. Cuenta también con sistemas autónomos de depuración para el tratamiento de aguas fecales y de gestión de residuos.

Una de las claves del proyecto es el mantenimiento y la compatibilidad como la actividad agraria existente, condición imprescindible por ley para acceder a la figura del agroturismo. En este sentido, el proyecto cuenta con un informe favorable del Servei de Reforma i Desenvolupament Agrari del Govern, que tiene registrada la explotación agrícola de la finca de SonAmar en la categoría de preferente.

La resolución destaca que «los impactos que pueda producir el cambio de uso a agroturismo quedan debidamente caracterizados y no se consideran relevantes» desde el punto de vista ecológico.

La parcela donde se proyecta el agroturismo no se ve afectada por riesgo de incendio ni tampoco por peligro de inundación. Además, la finca se encuentra fuera de zonas de especial protección, áreas inundables o suelos especialmente sensibles.