Playa de Palma trata de moderar sus precios para ajustarse al consumidor

La restauración experimenta un aumento de las reservas del 8 % y del 11 % en los grupos

Montserrat Vallespir, Mika Ferrer y Carlos Lucio, en la pesentación de hoy | Foto: P. Bota

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Los negocios de la oferta complementaria de Playa de Palma están intentando reformular su estrategia para estimular el consumo y superar los números de la temporada pasada. «Somos conscientes de que Mallorca se ha convertido en una isla cara, los precios de las cartas han subido y eso afecta al bolsillo de turistas y residentes».

Así se ha expresado hoy Mika Ferrer, CEO de la asociación empresarial Palma Beach, quien presentó las previsiones de unas vacaciones de Semana Santa en las que se registrará un 94 % de la planta hotelera de la zona operativa y una ocupación del 80 %. Eso se traduce en 108 establecimientos abiertos de un total de 115. O lo que es lo mismo: 32.412 plazas disponibles que aumentarán hasta las 34.034 el 1 de mayo, ya con el 100 % de la planta hotelera abierta. Por lo que respecta a la restauración, ya hay constancia de un incremento del 8 % en las reservas online que llega al 11 % en el caso de los grupos.

Mientras, y ya de cara a la temporada de verano, se intenta dar una vuelta a la oferta sin aumentar los precios como en las dos últimas temporadas. «Cada negocio decide su estrategia, pero a nivel general se está trabajando en cómo bajar los precios o por lo menos no subirlos». El encarecimiento de vuelos y alojamiento restó margen de gasto para los turistas en el resto de la oferta el año pasado (pese a que la facturación volvió a ser de récord en términos globales); restauración, ocio y comercio fueron los grandes perjudicados. No tanto por las cifras finales de una temporada que en ningún caso cabía calificar de mala, sino por un nivel de consumo que no se ajustó a las expectativas iniciales de este segmento.

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Ferrer asume que los turistas «llegan con el presupuesto muy ajustado», por lo que ante esa premisa -que además convive con el encarecimiento de los proveedores- «solo hay dos estrategias: o subes precios o bajas cantidad o calidad; nadie quiere bajar la calidad, así que se juega con la cantidad o con el precio».

Ferrer, que compareció ante los medios en un desayuno informativo en el establecimiento Ginger Beach, estuvo acompañado de otros dos empresarios de la asociación con proyectos que encarnan la transformación del modelo, Carlos Lucio (de Sommerland) y Montserrat Vallespir (de la sala Amok).
«Estamos viendo cómo el trabajo en la zona está dando sus frutos», señaló Ferrer. Entre los más recientes de esos frutos, el nuevo hotel Aubamar Bali (antes Pabisa Bali), lo que amplía a ocho el número de hoteles de cinco estrellas en la zona. No será la única novedad: el Hotel Playa Golf abrirá el primer beach club de Playa de Palma, el Xhaman Beach Club; Universal Hoteles recupera la marca Joy Palace; Enjoy Group lanzará Bonito Club, y la antigua sala de Es Fogueró reabre reencarnada en Amok.

Seguridad

Lucio, que con Sommerland pretende transformar la imagen de la calle de la cerveza enfocando su oferta hacia un turismo de más calidad, señaló que «apostar por la calidad no es solo estrategia empresarial. Vivo aquí y quiero que dentro de 50 años este lugar siga teniendo el futuro brillante en el que estamos trabajando ahora». Por otro lado, la cuestión de la seguridad y los actos incívicos continúa siendo una preocupación primordial entre vecinos y empresarios de la zona. Estos últimos esperan que esta temporada suponga un verdadero punto de inflexión con el nuevo plan de seguridad que presenta hoy mismo el Ayuntamiento de Palma.

Los nuevos recursos que va a destinar la administración local -más agentes de policía local, drones de vigilancia, etc- van a sumarse al refuerzo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Asimismo, se creará un dispositivo específico de vigilancia policial dedicado a la revisión de establecimientos de ocio y restauración a fin de que no se repita otro incidente como el del Medusa Beach, cuyo derrumbe se llevó cuatro vidas por delante