«Documento vacío», «nuevo power point» o «un Matrix que nos quiere hacer ver que no hay problemas». Esos fueron algunos de los calificativos empleados por el PSIB para referirse al documento presentado ayer por el Govern. El diputado socialista, Llorenç Pou, consideró que el libro «es un documento falto de propuestas, una nueva muestra de falta de ambición después de nueve meses de supuesto trabajo».
Asimismo, Pou echó en cara a Prohens la ausencia de las entidades representantes de la sociedad civil -estaban solo la OCB y Marilles-, señalando que «quieren esconder que la representatividad social de este Pacte está herida». Por otro lado, Pou censuró las palabras de la presidenta de CAEB, Carmen Planas, quien mostró abiertamente sus preferencias por la continuidad de este Govern en la próxima legislatura durante su turno de palabra en el acto de ayer. «Queremos manifestar nuestra preocupación» por este hecho, señaló Pou para referirse a la intervención de Planas como algo «inaudito».
«Espero que no haya cambio de gobierno», manifestó Planas antes de matizar estas palabras a través de un comunicado en que subrayaba que «estos procesos requieren continuidad para tener éxito, gobierne quien gobierne».
Por su parte, desde la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa (PIMEM), Jordi Mora, señaló que «el documento presentado hoy seguramente no satisface a todo el mundo, pero es el único que tenemos y no hay plan b». Asimismo, subrayó que para la patronal «los ejes de diversificación económica y sostenibilidad son irrenunciables».
Por parte de los sindicatos CCOO y UGT, estos manifestaron su apoyo a la hoja de ruta del Govern, aunque con condiciones. «Pediremos coherencia y un mínimo de contradicciones entre lo que se hace y el trabajo que hemos estado haciendo», señaló José Luis García. Por su parte, la portavoz de la Junta Gestora de UGT, Xisca Garí, expresó su enhorabuena por el «espectacular» trabajo realizado.
Desde el sector del taxi, el presidente de la patronal de PIMEM, Gabriel Moragues, se refirió a los puntos del documento centrados en la persecución de la oferta ilegal y demandó un control análogo de la competencia desleal en el transporte terrestre. «No se centren solo en la competencia desleal en el alojamiento o el comercio», pidió Moragues para lanzar un dardo a los hoteleros: «No tiene sentido que no quieran AirBnB y sean los promotores de Uber en Mallorca».
Por su parte, el presidente de la patronal hotelera de Mallorca, Javier Vich, reiteró su apoyo al proceso, igual que el presidente del Colegio de Economistas Nofre Martorell o el rector de la UIB, Jaume Carot, quien celebró la participación popular y abogó por medidas profundas y duraderas y no por «poner parches».
2 comentarios
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Alekos PanagullisBueno, al PSOE (Sanchez-AENA) se le ocurrió ampliar el aeropuerto y, de hecho, ahora mismo sigue la ampliación para poder albergar a más aviones y, por tanto, a más turistas. La Sra. Armengol ha dejado a la ciudadanía sin vivienda pues otorgó 90 mil licencias de alquiler turístico vacacional. ¿A quien se le ocurre dejar sin casas a la población para que se alojen los turistas? Las casas se inventaron para vivir y los hoteles, hostales y pensiones para alojar a viajeros. A lo mejor lo que pretenden es que se inviertan los términos, que los residentes acaben contratando habitaciones de hoteles para poder vivir y los turistas que vivan como deberían vivir los mallorquines.
Un texto vacío según el PSOE, que en ocho largos años no se le ocurrió ni una coma al respecto..