INVESTIGACIÓN

El Consell suspende más de cinco años a una funcionaria por su absentismo

La trabajadora acudía en su jornada laboral a otro empleo en una empresa

La trabajadora acudía cada mañana a su puesto de trabajo en el Llar de la Infancia, fichaba y se marchaba a su empleo en una empresa privada | Foto: Ultima Hora

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El Consell Insular castigó el absentismo de una funcionaria de la institución con una suspensión de empleo y sueldo durante un periodo de cinco años y medio el pasado mes de enero. La empleada, con un contrato como interino, simultaneaba su trabajo en la institución insular con otro en una empresa privada. Ante esas sospechas, el Consell recurrió a un detective privado para que hiciera seguimientos durante cinco días a la trabajadora.

El informe de estas vigilancias acreditaba que la empleada llegaba a primera hora a supuesto de trabajo en el Consell en General Riera. Fichaba y, a continuación, salía y se dirigía a su segundo empleo. A última hora de la mañana hacía el viaje inverso y volvía a fichar. Como resultado se la incoó un expediente disciplinario por tres faltas graves: por sus ausencias, por incumplir el sistema de control horario y por vulnerar el régimen de compatibilidades al no haber solicitado permiso para la segunda actividad. La trabajadora reconoció en el expediente que simultaneaba las dos labores. Sin embargo, presentó una serie de alegaciones. En primer lugar, argumentaba que no existía la necesidad de que estuviera presente todas las mañanas en su lugar de trabajo ante las funciones que tenía designadas. También exponía que no tenía un horario establecido y que, en realidad, excedía las horas que tenía encomendadas por contrato al cumplir con todas sus funciones por las tardes. Otra de las alegaciones hacía referencia a un agravio respecto a otros profesionales de su área que también compatibilizaban tareas. Las sanciones terminarán en los tribunales.

El Consell valoró que la propia trabajadora admitió que llevaba a cabo los dos trabajos sin haberlo solicitado antes y que, la posibilidad de que otros trabajadores lo hicieran, no implica que ella no deba ser sancionada también. Reprocha que no haya aportado pruebas suficientes en torno a la jornada que cumplía realmente y cuestionaba que fuera así al esquivar de forma reiterada los mecanismos de control horario habilitados por la institución.

En paralelo al proceso administrativo, la misma persona fue despedida de su puesto en una empresa privada. Su representación alega que se ha producido un posible delito de revelación de secretos ante la sospecha de que el Consell facilitó datos personales o de la actuación del detective privado. El despido también ha sido recurrido ante los tribunales.