«¿Cómo puedo tener una vida social o ir al hospital si no hay medios para moverme?»

Ha trasladado sus quejas por escrito al Ajuntament de Palma y al Consell de Mallorca, y en la residencia ya conocen su punto de vista, aunque por ahora sólo recibe «generalidades y respuestas vacías» a sus peticiones. Le resulta complicado en ocasiones acceder al transporte público, léase taxi adaptado o el autobús de la EMT, además de no tener una vía directa y segura para trasladarse hasta el Hospital de Son Llàtzer, por no hablar de diversos problemas de movilidad derivados de las infraestructuras, que convierten en peligrosos algunos desplazamientos, por cortos que puedan parecer.

Relata Bonnet que, tiempo atrás, acudió a cenar a un restaurante de Son Ferriol, una barriada en la que encontró, además, numerosas barreras arquitectónicas en aceras, bordillos o pasos de peatones, por ejemplo, «eran las 22:30 horas, más o menos, y ya no había autobús para regresar a la residencia (Son Güells). Llamé a los taxis adaptados y no hubo manera de contactar con ellos. Estuve esperando varias horas hasta que decidí irme con mi silla eléctrica por el carril bici, de noche, y sólo pude llegar al Hospital de Son Llàtzer. Desde ahí a la residencia, sólo podía ir por la carretera vieja de Sineu o por la autopista».

Prosigue explicando que decidió ir por la primera, «con el peligro que conlleva, sin iluminación. No me quedó otro remedio...». Al llegar a la rotonda que pasa por el torrente de Na Bàrbara, ya pudo enlazar con las calles próximas a Son Güells y moverse con mayor seguridad. Por ello, ha solicitado por escrito al Ajuntament de Palma la construcción de una acera que una Son Ferriol y Son Llàtzer y la extensión de la misma hasta la rotonda de la calle George Sand, donde ya pueden conectar las personas con movilidad reducida que habitan en Son Güells con la residencia en sí.

Transporte público

Ha trasladado a Cort su malestar «porque durante la noche no hay suficientes taxis de movilidad reducida en servicio; durante el día, la espera es excesivamente larga», refiere Juan Carlos Bonnet, quien refiere también problemas con la línea 14 de la EMT relativos a la falta de espacio para personas que necesitan de una silla de ruedas para moverse. «Cuando se juntan dos personas con estas necesidades o un cochecito de bebé, es difícil maniobrar, además, porque hay una barrera en el medio de la zona habilitada que lo complica», refiere.

Otro punto que señala es un semáforo ubicado en la carretera de Manacor, frente a Son Malferit, donde traslada Bonnet que «cambiar a rojo con demasiada rapidez, por lo que no nos da tiempo a cruzar de manera segura y pone en riesgo nuestra seguridad». Ese problema lo comparten otros usuarios de la residencia de Son Güells, «mis amigos que también utilizan sillas de ruedas, caminadores y muletas debido a la falta de extremidades y que también se enfrentan a grandes dificultades para cruzar la calle a tiempo». Por ello, ha solicitado al Ajuntament de Palma «que añada al menos 10 segundos a su duración», y recordando que «ya ha habido un atropello. Es momento de actuar».

«Yo lo pido para mí y mis compañeros», explica Bonnet, quien eleva sus reivindicaciones a las próximidades de la residencia de Son Güells, donde en ocasiones los vehículos pasan a elevadas velocidades. «Nos gustaría que pusieran un semáforo, badenes o radares, sin dejar de lado sus peticiones en referencia al estado de las aceras o el mobiliario urbano. «Entiendo que las raíces y los árboles puedan levantar una acera, pero ¿por qué no las arreglan?», se pregunta.

Al igual que reflexiona al preguntarse lo siguiente: «¿Cómo puedo tener una vida social o ir al hospital si no hay medios para moverme?», en referencia a las frecuencias de la EMT y las lagunas en el servicio de taxis adaptados. «Para moverme o ir al hospital, tengo que llamar al 061 y el servicio a veces tarda porque está saturado. ¿Para qué sirve un hospital si no puedes llegar?», se pregunta de nuevo Juan Carlos Bonnet, quien espera que, tras pedirlo por escrito a las instituciones, su llamamiento pueda tener respuesta. «Hasta ahora, todo son largas... a ver si podemos cambiarlo», dice con la esperanza de, él y sus amigos y compañeros, ser oídos.