Taltavull afirma que la Iglesia acoge cada día a mucha gente que duerme en la calle

El obispo de Mallorca asegura que Casa de Familia «está llena» y que los locales que cede la Institución requieren más «regulación»

El Obispado de Mallorca, Sebastià Taltavull | Foto: I.F.L.

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El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, aseguró este miércoles que los centros de acogida, propiedad del Obispado reciben cada día a «muchísima gente». «Tenemos una cantidad ingente de pobres y personas que duermen en la calle». «Intentamos acoger, pero muchos no quieren; hacemos lo posible. Casa de Familia [de la Fundació Social La Sapiència] está llena». Así lo explicó Taltavull durante la presentación de la campaña anual de Manos Unidas para la erradicación del hambre en el mundo, en la que recordó que «tenemos que mirar nuestra realidad de aquí», a parte de las desigualdades en otros lugares, ya que «nos interesa también responder a las situaciones más cercanas».

En este sentido, habló de todas las personas vulnerables y en situación de sinhogarismo a las que la Iglesia ha acogido en la Isla: «Cada día encontramos a gente nueva que vamos interceptando por la calle», señaló. Sobre esto, dijo también que se están ampliando estas actuaciones a través de la colaboración institucional: «Me acuerdo cuando el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, nos preguntó a la Iglesia si teníamos locales para acoger y atender a estas personas».

En esta línea, reiteró que «ya hemos dado varios locales, con los que intentamos acoger a gente que no tiene nada, que viene en patera, etc.» Sin embargo, recalcó que «hay un problema de regulación», porque «ofrecemos los locales, pero luego se tienen que habilitar y preparar», y también «se debe contratar a personas que los lleven». Todo esto, «es un trabajo enorme». A pesar de este «enorme» esfuerzo, Taltavull resaltó que la acogida sirve para que las personas a las que se ayuda encuentren «el gozo de la dignidad humana», a través de la integración laboral y social.

También habló de la situación de los jóvenes en el Archipiélago a nivel social, económico y laboral y apuntó que es hora de «hablar de trabajo, de sueldos y de impuestos, ya que tendría que haber más equilibrio para que todo el mundo pudiera vivir de una manera digna».

Dana de Valencia

Por otro lado, el obispo de Mallorca quiso hablar de la solidaridad de la Iglesia Católica ante todo tipo de tragedias y señaló que la institución religiosa ayuda a las personas en función de las necesidades más inmediatas. En este sentido, puso de ejemplo la Dana de Valencia y detalló que las donaciones para los afectados «siguen llegando». De hecho, las aportaciones que se han realizado desde Cáritas y la Diócesis de la Isla han permitido reunir ya, según Taltavull, más de 300.000 euros en tan solo dos meses.