Imagen de uno de los espacios anteriormente usados por los sintecho.

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La imagen de un grupo disperso de varios sintecho instalados en un espacio próximo al aparcamiento principal del aeropuerto de Son Sant Joan parece haber pasado a la historia. Semanas después de que esas instantáneas aparecieran en Última Hora, no queda rastro de los que fueron residentes en esa zona del espacio gestionado por Aena, que ha limpiado y despejado la zona, un área de paso para quienes estacionan sus vehículos en el párking general y se dirigen a las terminales de salidas o llegadas del aeropuerto palmesano.

Parece que atrás quedaron los asentamientos improvisados entre bancos y el poco mobiliario existente en ese rincón de Son Sant Joan, entre colchones y mantas y cerca de las tomas de luz en las que cargaban sus teléfonos o conectaban algún aparato de radio que hacía compañía a varios de estos moradores, muchos de ellos de nacionalidad extranjeras y que se veían abocados a vivir en esas condiciones ante la escasez de vivienda o por encontrarse en alto riesgo de exclusión social.

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«Aquí estamos seguros, no molestamos a nadie; y en días como hoy se está caliente y en verano fresquito», decían algunos de ellos tiempo atrás ante la visita de Última Hora. Una presencia la suya que en algunos casos pasaba inadvertida al estar ubicados en los extremos de la enorme sala de tránsito, aunque en algunos, sus particulares 'viviendas' estaban cerca de los espacios de paso de los pasajeros y trabajadores del aeropuerto, entre ellos los de limpieza.

«Algunos turistas hacen ruido, incluso se acercan a nosotros y molestan», relataban, dejando claro que no estaban allí por gusto, sino por necesidad, buscándose la vida por la terminal, donde decían aprovechar los restos de comida que dejaban los turistas, encontrando cobijo en esa zona operativa las 24 horas del día y en la que combatían el frío del invierno y soportaban mejor el intenso calor del verano.

Los gestores de Son Sant Joan aseguran desconocer el destino de los antiguos moradores de ese espacio. «Estamos en continuo contacto con el departamento de Servicios Sociales del Consell de Mallorca para actuar de la forma más eficaz posible ante cualquier caso de exclusión social detectado, pero el aeropuerto no interviene si estas personas no interfieren en la operativa, cómo es este caso en cuestión», aseguran fuentes aeroportuarias consultadas por Última Hora. Aunque se intuye que no se han ido lejos, han cambiado su hábitat dentro del recinto.