CONFLICTO

Real Club Náutico de Palma: la historia de un contencioso que compromete su futuro

La entidad posee una Autorización de Ocupación Temporal hasta el 31 de diciembre de 2025 a la espera de la resolución del TSJIB que determine el futuro de la concesión

Imagen del Real Club Náutico de Palma durante la disputa de la Copa del Rey. | Foto: RCNP

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El futuro del Real Club Náutico de Palma tal y como lo conocemos pende de una decisión de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJIB, llamada a ser el desenlace final de un largo contencioso legal que se inició en 2015. Ampliar la concesión a la entidad para continuar con su actividad o abrir las puertas de un concurso pasa por el aguardado fallo de la justicia, que era esperado en 2024 pero sigue teniendo en vilo a directivos, socios, empleados y todos los que forman parte de la familia del club.

Pero volvamos al citado 2015. En ese momento, el Náutico de Palma reclamó a la Autoridad Portuaria de Baleares una ampliación por espacio de 20 años de la concesión en virtud de la Ley de Puertos del Estados desde el momento del final de la misma, prevista a inicios de 2023. Por entonces, ese expediente siguió su curso e incluso la APB trasladó la intención, a través de su consejo de administración, de votar la ampliación, algo que nunca llegó a pasar.

Ya en 2020, la Autoridad Portuaria reclamó un informe a la Abogacía del Estado con el fin de saber y comprobar si la naturaleza del contrato del club le hacía valedor de esa prórroga que reclamaba. El mismo llegó a la conclusión de que el RCNP estaba bajo un contrato de servicios y no una concesión, por lo que no era posible ampliar ese plazo. Por ello, alegó que desde 2003 esos contratos de servicios ya no funcionaban, habiéndole otorgado la concesión la APB por espacio de dos décadas.

Más adelante, el Consejo de Estado emitió un dictamen en contra de la equiparación del contrato de servicios al de una concesión. Al no responder la APB a la reclamación de ampliación del plazo, el RCNP decidió interponer una demanda contencioso administrativa en el TSJIB, apelando a la «desestimación presunta» del expediente referente al Náutico, pidiendo además el reconocimiento a su derecho a ampliar su concesión.

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En el proceso se produjeron situaciones llamativas, como cuando durante la fase de prueba, funcionarios de la Autoridad Portuaria admitieron que al Náutico de Palma se le había otorgado un trato de concesión; además, durante el mes de mayo de 2023, una modificación de la Ley de Puertos del Estado equiparaba la concesión al resto de contratos.

Panorama

En la actualidad, la situación legal del Real Club Náutico de Palma le sitúa son una concesión administrativa y haciendo uso de una Autorización de Ocupación Temporal (AOT) de sus instalaciones hasta la conclusión de 2025, el 31 de diciembre para ser más exactos, que es cuando acaba esta prórroga provisional, a la espera de la resolución del recurso contencioso presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears a consecuencia de la desetimación de la solicitud para obtener una ampliación del plazo de concesión por un periodo de veinte años. Una petición que los servicios jurídicos del RCNP basaron en el dictamen del Consejo de Estado de 2022.

En diciembre de 2022, la asamblea general del RCNP aprobó aceptar las condiciones de la Autorización de Ocupación Temporal de sus actuales instalaciones por un periodo máximo de tres años, que expira a finales de 2025, después de que el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Baleares aprobara la adjudicación de ese título habilitante, que garantizaba de manera provisional la continuidad de la actividad desarrollada por la entidad, que a finales de 2023 vivió la llegada de Rafael Gil a su presidencia, con un reto en el horizonte: conseguir la ampliación de la concesión, a la espera del TSJIB.

El RCNP ha reclamado, por la vía administrativa y judicial, su derecho a una ampliación del plazo de concesión en virtud a la legislación portuaria vigente, además de aferrarse al dictamen favorable de los servicios jurídicos de Puertos del Estado. Mientras tanto, el compás de espera continúa. Pero el Náutico y su gente no se detienen.