Rafael Gil: «Estoy convencido de que todo saldrá bien y el club seguirá en su lugar»
El presidente del Real Club Náutico de Palma aguarda con esperanza el esperado fallo judicial sobre la ampliación de la concesión, que confía les sea favorable
Rafael Gil posa ante la puerta de entrada principal al Real Club Náutico de Palma. | Teresa Ayuga
Rafael Gil March (Palma, 1961) asumió hace poco más de un año una presidencia del Real Club Náutico de Palma que afrontaba, y sigue haciéndolo, un desafío vital para la entidad de referencia. A la espera del ansiado fallo judicial que determinará la ampliación o no de la concesión del club, y que confía llegue durante este 2025 -a final de año expira la Autorización de Ocupación Temporal que posee-, el dirigente y experimentado abogado traslada un discurso optimista y confía plenamente en una decisión favorable para dar forma al proyecto de futuro que debe reposicionar a uno de los emblemas de la ciudad en su primera línea, tras unos meses en los que ha impulsado su actividad social y deportiva en aras de dar continuidad a más de tres cuartos de siglo de historia.
Hace poco más de un año de su llegada a la presidencia, en un momento delicado. ¿Qué resumen y balance hace de ese tiempo?
-Lo fundamental es la sorpresa positiva. He disfrutado más de lo que pensaba. La masa social existe, la junta está unida... Ha sido gratificante. Al principio, al presentarnos, teníamos un poco el recelo de que teníamos un problema. Nosotros podemos hacer lo que nos dejan o hasta donde llegamos, porque lo importante no depende de nosotros. Pero me he dado cuenta de que podíamos actuar; primero, creando buen ambiente en el club, cambiando su vida social con la cafetería, reformando espacios y mejorándolos... Sólo podemos agradecer el apoyo de los socios y eso nos honra y ayuda a crear ese sentimiento de club y de pertenencia al mismo.
Gil, en un momento de la entrevista con Última Hora. Foto: Teresa Ayuga
¿Se ha conseguido diluir esa posible imagen de división que se dio con varias candidaturas?
-Pues sí. Y es gracias a los demás candidatos y la gente que les apoyaba. Debíamos ir todos a una porque estamos en el mismo barco y tenemos un objetivo común: sacar adelante la concesión y conseguir que se nos reconozca nuestro derecho a a prórroga o la extensión de la misma. A partir de ahí, tenemos que mejorar la vida social y dar un paso al frente. Lo estamos intentando hacer y nos reconforta el reconocimiento social de la ciudad, de las instituciones a la función del club. Es de destacar la actividad deportiva en 2024, con la mejor actividad deportiva de la historia, seguramente. Nunca habíamos tenido una decena de eventos de repercusión internacional con campeonatos mundiales y europeos, además de los fijos en el calendario como la Copa del Rey, la PalmaVela o el Sofía y los eventos sociales propios y otros nuevos. Hemos colocado a Palma en el centro del mundo de la vela y deportivo. Somos un club palmesano y queremos que tenga la repercusión que merece.
¿Perciben ese respaldo por parte de las instituciones ante la delicada tesitura del club?
-Sí, lo sentimos y nos lo trasladan, dentro de las limitaciones que las propias instituciones pueden tener, porque hablamos de una situación judicializada y estamos donde antes: dependiendo de una resolución judicial que, este año seguro se debería producir por los tiempos que estimamos. Los juzgados están sobresaturados, no pudo salir en 2024, pero esperamos que durante este año tengamos la resolución. Está pendiente de fecha para la votación y fallo desde 2023. Entonces, un ponente formulará la propuesta ante un tribunal y luego se somete a votación en la sSala de lo Contencioso Administrativo y allí, los tres magistrados son los que tienen que votar. En principio, confiamos en que salga adelante y bien. Creo, sincera y jurídicamente, que tenemos razón y todo está bien expuesto y planteado. Sólo falte que nos den la razón. Hay que tener razón, exponerla bien y te la tienen que dar: así se ganan los pleitos. Lo que pedimos, porque a veces hay confusión, es que se nos reconozca nuestro derecho a ampliar el plazo de concesión y la prórroga. No estamos en una situación de concurso. Si saliera mal, seguramente la Autoridad Portuaria se verá obligada a sacar un concurso, que particularmente, es lo que menos desearía, porque si se nos da la razón a ellos se les libera también de una situación que ellos mismos han creado. Pero estamos abocados a este procedimiento judicial que decidirá si tenemos razón y podemos continuar con nuestro proyecto de reforma, que está presentado, pero paralizado. Y si sale bien, habrá que reajustarlo y adaptarlo.
Rafael Gil, ante los retratos de los expresidentes del RCNP. Foto: Teresa Ayuga
Ahí está un plan clave como es la Escuela Municipal de Vela...
-Es algo en lo que, digamos, nos han robado el relato. Ahora todo el mundo, incluso la Autoridad Portuaria, se ha apuntado para hacer su proyecto de desarrollo y montar escuela de vela. Nosotros ya la tenemos y lo que planteamos es, ya que no tenemos espacio aquí, buscar otro donde desarrollar una escuela municipal de vela, gestionada por el Real Club Náutico de Palma en base a nuestra experiencia. Incluso pensando en un posible concurso, es algo que se tiene que poner en valor. La que tenemos tiene unas limitaciones de espacio y capacidad, pero el conocimiento y la estructura ya lo tenemos. Planteamos otra zona en la que ampliar la escuela y su diversidad. No tenemos explanada y eso nos limita las clases y la flotilla. Autoridad Portuaria quería ubicar una escuela de vela que saldría a concurso y veremos qué pasa. Pero el embrión ya lo tenemos porque son entre 500 y 1.000 jóvenes los que pasan por el club para hacer deporte, dese vela a piragüismo.
Hace un año, el tiempo corría en contra del club al no tener una solución a la concesión. ¿Qué se siente ahora?
-En diciembre de 2025 expira la autorización temporal. Sino, tendrían que ampliar la prórroga en caso de no haber fallo judicial. Lo normal sería que se ampliara, ahora que la Autoridad Portuaria tiene mayor sensibilidad, porque es lo razonable. Pero no nos queda otra que esperar al juez. Si el fallo es positivo, concretaremos el proyecto. Nosotros pedíamos 12 años de extensión, más otros 8 de prórroga por inversiones de forma extraordinaria. El tiempo ha corrido en contra, pero también a favor porque ha habido una modificación de la Ley de Puertos que en principio equiparaba a los concesionarios a los titulares de cualquier otro derecho, lo que nos favorece, además del régimen de prórrogas, que nos permitiría optar a una extensión de unos veintiún años más, algo superior a lo que nos hemos planteado, pudiendo llegar a más de treinta en algún caso. Pero hay camino y mucho que negociar si llega el momento.
El presidente del RCNP, durante la entrevista. Foto: Teresa Ayuga
¿Existe una percepción o sensación de tranquilidad entre los socios?
-Insisto, estoy convencido y esperanzado de que todo saldrá bien y el club seguirá en su lugar. Y toda la junta también. Tampoco tenemos una alternativa. Lo que tenemos que hacer, lo llevamos adelante. Y nuestro proyecto, que estamos revisando, serviría igualmente en el caso de tener que hacer un concurso, al que confiamos que no se tenga que llevar. De cara al socio, estamos atendiendo al problema que tenemos, que controlamos por ahora. La muestra es la pasada asamblea, donde no hubo ni una sola aclaración ni pregunta. Eso quiere decir que somos transparentes. No podemos hacer grandes inversiones, pero hacemos que el club luzca y lo pueden disfrutar. No pensamos en que nos vamos a marchar. Inevitablemente, no dejas de pensar cada día en qué pasaría si el juez no nos diera la razón... Como todo jurista, sé que hasta los pleitos que tienes ganados, se pueden perder. Pero hay mayor sensibilidad hacia el interés social y público, junto a la experiencia, se valoran. Y en el peor de los casos, en un concurso no debería primar el tema económico, sino otros que nos ayuden a mantener el club tal y como lo conocemos para el disfrute de toda Palma. Somos el club náutico de Palma, de la ciudad. Y queremos que la gente nos conozca. Somos un referente y es un orgullo, pero también estamos orgullosos del personal del club, que se dejan la piel por él, con gran ilusión y cariño.
Si sale adelante la ampliación de la concesión, ¿qué sería lo primero que se haría?
-Lo primero, dar las gracias a los socios por su paciencia. Sería una satisfacción, pero de inmediato, llamaríamos a la Autoridad Portuaria para ponernos a trabajar de inmediato. Tenemos el proyecto preparado, hay que ajustarlo y adaptarlo al presente. Habrá que ver todo lo que se quiere hacer en nuestro entorno, pero nosotros hemos de finalizar el proyecto, conseguir el mayor plazo posible de prórroga y de tiempo posibles y desarrollar lo que tenemos en nuestra mente.
Rafael Gil, en uno momento de la entrevista. Foto: Teresa Ayuga
¿Qué mensaje traslada a la gente de la calle sobre la realidad del Náutico, bien si se consigue o no el objetivo de la prórroga?
-A los socios, trasladarles tranquilidad. Que estamos pendientes de cualquier alternativa y estaremos preparados para responder en cualquiera de los casos. Esperemos que sea dar cumplimiento a nuestro proyecto. Y a la gente de Palma, que tengan al club como parte de la ciudad, como lo es la Seu, la Lonja o el Tren de Sóller. No somos un club elitista, somos un club de deporte náutico y queremos que la gente pueda acceder a nuestras instalaciones para disfrutar de lo que les ofrecemos. Les pedimos que nos defiendan, que sepan que esto debe persistir, con un mensaje de esperanza y de voluntad de la sociedad mallorquina para el que Náutico de Palma continúe como ha sido y es.
¿Preocupa que estos nuevos modelos de explotación privada con gran capital detrás ganen terreno sobre los tradicionales?
-Hay casos próximos. Dentro del mundo náutico, hay cabida para todos. Lo que no puede ser es que estemos eliminando una función social y sin ánimo de lucro para sustituirla por otra con ánimo de lucro que priva a la sociedad al acceso o disfrute de una parte del bien común, del patrimonio público. Lo que hay que hacer es diferenciar lo que queremos hacer en cada zona y conservar todo. No puedes privatizar o capitalizar todo, ni tampoco hacerlo público todo. Lo que sí debes hacer es mantener diferenciados dónde quieres un interés social o deportivo, junto a otros económicos pretendiendo un beneficio. Hay que reservar espacios para que todos tengan acceso. En la bahía de Palma hay muchas marinas en las que priman los intereses económicos, y no quiero que las quiten. Pero sí que respeten otros espacios destinados al interés general, que deben protegerse. Mi preocupación es que las administraciones sepan diferenciar una cosa de la otra y protejan el dominio público, diferenciando el social y deportivo, con aquel otro que tiene un interés económico. Pueden convivir sin pisarse los unos a los otros.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.