ANTONI BENNÀSAR

«El análisis de genes ambientales puede ayudar a encontrar nuevos antibióticos»

El día 4 ofrece una sesión en la RAMIB para hablar sobre las técnicas ómicas en Microbiología

Antoni Bennasar, doctor en Biología y decano de la Facultad de Medicina, posa en laboratorio de Microbiología de la UIB. | ALEX SEPULVEDA

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Antoni Bennàsar es profesor del Área de Microbiología de la UIB y ha dedicado gran parte de su actividad a la microbiología ambiental aplicada, seguridad y trazabilidad alimentaria, aplicación de métodos de análisis microbiológicos y, en especial, al desarrollo de estrategias y técnicas avanzadas para la detección, identificación y caracterización de microorganismos. Es investigador y participó en el equipo que descubrió la Legionella maioricensis, la primera especie de esta bacteria descrita en España. También formó parte del grupo que secuenció y publicó el genoma de la bacteria Pseudomonas stutzeri, el primer genoma descifrado en la UIB.

El martes impartirá la sesión ‘De lo invisible a lo conocido: cómo las técnicas ómicas están redefiniendo la Microbiología’ ¿Nos puede adelantar algo?
—Será una conferencia con un cariz muy divulgativo en la que hablaré sobre la diversidad microbiana, sobre el inventario planetario de los microorganismos y algunas de sus curiosidades. También haré un repaso sobre el impacto de las técnicas ómicas en la microbiología y plantearé los nuevos retos que presentan en diferentes ámbitos y contextos desde la medicina al medio ambiente.

Las técnicas ómicas engloban la genómica, la transcriptómica, la metabolómica, la proteómica… ¿en qué consisten?
—Son técnicas avanzadas de las que se obtienen muchos datos, ya sea a partir de ADN, ARN, metabolitos… son técnicas altamente eficientes que generan una enorme cantidad datos
aplicables a cualquier ser vivo, empezando por el genoma humano, pero también de virus, bacterias, hongos, plantas, insectos. La genómica nos permite secuenciar el genoma de cada organismo; la metabolónica nos da información sobre los metabolitos que circulan dentro de la célula formando parte de las rutas metabólicas; la metagenómica nos permite conocer todos los genomas en un ambiente determinado... hay más de 30 técnicas ómicas que nos permiten llegar a un grado de especializacion enorme.

¿Cómo las técnicas ómicas están redefiniendo la microbiología?
—En microbiología hasta ahora dependíamos de los cultivos para poder estudiar los microorganismos. La irrupción de las técnicas ómicas nos permiten estudiar microorganismos que no son cultivables. Han trasformado nuestra capacidad de estudiar y comprender determinados microorganismos contribuyendo a cerrar esa brecha entre lo invisible y lo desconocido. La integración de estos enfoques ómicos múltiples nos proporciona nuevas perspectivas sobre la vida microbiana, avances en investigación y en campos de aplicación que van desde el medio ambiente a la medicina. Y a medida que sigan avanzando, facilitarán nuevos descubrimientos y aplicaciones en diversas áreas de la microbiología.

¿Qué papel juega la IA?
—El futuro de las ómicas está estrechamente ligado a la evolución de la bioinformática, de la inteligencia artificial y de herramientas que permiten abordar problemas complejos de forma más eficiente, rápida y precisa.

¿Qué áreas cree que necesitan ser más exploradas mediante estas técnicas?
—Es probable que no haya ninguna disciplina de interés científico y médico donde las tecnologías ómicas no tengan aplicaciones. Por mencionar algunas la medicina, biotecnología, farmacología, agricultura, veterinaria, ecología y medio ambiente. La mejora de su escalabilidad, acompañada de una considerable disminución de su coste, han contribuido a que su uso se haya extendido a múltiples campos de la investigación.

¿Qué pueden aportar a la resistencia a antibióticos que tiene alerta a la comunidad científica?
—Ayudarán a combatir esta resistencia sin duda. El análisis de la información de nuevos genes en el ambiente, del análisis de muestras ambientales, también nos puede llevar a dar con nuevos antibióticos.

Y a la medicina personalizada
—Cuando se publicó el genoma humano en el año 2001 ya se hablaba de ello y esa idea lejana está empezando a ser una realidad. Hoy las tecnologías de secuenciación caben en la palma de una mano y con ellas podemos secuenciar cualquier ADN y predecir hasta el desarrollo de una caries estudiando el microbioma de la placa dental.