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El 2024 quedará marcado en negro en la memoria colectiva de los pescadores, inmersos en la enésima crisis del sector, esta vez a cuenta de los nuevos límites a la pesca de arrastre impuestos por Europa. Este miércoles 1 de enero entra en vigor la directiva europea que limita las capturas. Hay 32 arrastreros en Baleares afectados por el cambio, pero los profesionales temen que si cae el arrastre, otras entidades vayan detrás.

Acompañamos al presidente de la Federación de Cofradías de Baleares, Domingo Bonnín y al vicepatrón de la Cofradía de Palma, Joaquín Molina López, a sus mesas navideñas, para escuchar sus reivindicaciones y comprobar qué se llevan a la boca. ¿Carne o pescado? ¿Qué consume el sector primario?

La respuesta es clara: Consume producto local. «Porcella, gamba torrada, caracoles de sa Pobla… En casa consumimos producto local. Lo llevamos en la sangre. Si no somos nosotros quienes lo promocionamos, ¿quién lo va a hacer?», reflexiona Bonnín. Como la mayoría de sus compañeros, el presidente de los pescadores de Baleares aprovecha para comprar a algún compañero en el mismo barco o bien congela con antelación, a sabiendas de que el mal tiempo puede jugar una mala pasada.

Los pescadores son previsores por naturaleza. No les queda otra. «Este año hemos tenido mucho mal tiempo y para mi, que solo pesco en la Bahía de Palma con un barco de madera, eso es un gran problema. Hay muchos días que no puedo salir y las inversiones que se tienen que hacer son las que son…», lamenta Joaquín Molina.

Hijo de Pescador, lleva el mar en la sangre pero sabe que no tendrá relevo generacional. «Yo cuando era niño, junto con mi hermano, iba a ayudar a mi padre que pescaba con la barca en el Portitxol. Ahí me empecé a enganchar… Mi padre se jubiló hace tiempo y mi hermano mayor hace cuatro años. Mi hijo ahora pasa pena cada vez que salgo porque yo voy solo a pescar. El mar, de esta manera, no le gusta», relata.

Joaquin Molina López junto a su esposa Juana Cerdà y sus hijos Joaquín y Conchi.

La preocupación se sienta a la mesa de Navidad de los pescadores de Baleares. «Hemos de ser capaces de no arruinarnos las fiestas, pero aunque lo pases bien o intentes olvidar siempre tienes las alarmas encendidas. La situación que estamos viviendo no es fácil. Ver cuál será la foto de 2025 es muy apresurado. Sabemos que los científicos españoles no entienden cómo Europa maneja los parámetros que maneja para limitar las capturas. Entre los pescadores hay malestar. En Baleares tenemos 32 barcas de arrastre, pero además nos preocupa que si cae el arrastre se lleve con él al resto de las entidades que dan apoyo al sector, como las lonjas… El arrastre es la médula espinal del sector pesquero en Baleares», explica el presidente de los Pescadores de Baleares, Domingo Bonnín.

El suyo no es un sector especialmente reivindicativo cuando salen a las calles es por necesidad. «No somos tan fáciles de movilizar, aún estamos asimilando lo que está pasando. Aunque hoy entran en vigor las nuevas limitaciones de capturas, hasta el 1 de mayo no se aplicarán las primeras medidas. Tenemos seis meses para programar, hacer números y adoptar medidas, ya sea de carácter individual o conjuntas», reflexiona Bonnín.