Uno de los Sticker Walls, casi vacío en Son Sant Joan.

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La (modesta) moda de los turistas dejar huella en forma de pegatinas allá por donde pasan ha causado más de un dolor de cabeza a los responsables del aeropuerto de Son Sant Joan. Esa constumbre se expandió sin control por diferentes rincones de las terminales, dando una mala imagen y generando un problema por el impacto negativo que aportaban, por lo que se buscaron alternativas o soluciones para que esos turistas, principalmente miembros de grupos o asociaciones de diversa índole, pudiera colocar sus pegatinas.

Los Sticker Walls -muros de pegatinas- ubicados por la dirección de Son Sant Joan en varios escenarios claves dentro del recinto sirvieron para detener esa actividad incontrolada y que ha invadido también zonas turísticas como la Playa de Palma, afectando al mobiliario urbano.

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En Son Sant Joan se habilitaron seis de esos puntos: dos de ellos en el módulo C, uno en el módulo D, otro junto a los puntos antiretorno que dan acceso a la sala de recogida de equipajes y dos más en las puertas C40 y C42, para llegar a la pasarela que conecta el aparcamiento de Aena con la terminal de salida y llegadas.

En estas fechas en las que el volumen de pasajeros se reduce de forma notable, también lo hace el de la cantidad de adhesivos que se colocan en los Sticker Walls, que llaman la atención de los usuarios y pasajeros por su presencia y tamaño, pero ahora también por lo vacíos y desangelados que están. Aunque con el regreso de los turistas, esta imagen cambiará radicalmente.