Un camarero trabajando en una terraza de un bar de Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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La evolución de los niveles de productividad va a ser un elemento clave a la hora de abordar debates como el aumento salarial o la reducción de la jornada laboral. Por lo pronto, los últimos estudios revelan que Baleares continúa por debajo de la media regional europea, en la línea del conjunto de España.

Así lo refleja el Análisis de la productividad del trabajo en las comunidades autónomas españolas del Consejo General de Economistas de España, el cual se centra en la evolución de la productividad en las 242 regiones de la UE que componen el sistema de división territorial NUTS-2 (concebido con fines estadísticos y de reparto de los fondos de cohesión), incluidas las 17 comunidades españolas y las dos ciudades autónomas.

Así, el incremento de la productividad -la relación entre la producción y los recursos utilizados- en la última década en España es del 0,4 %, la mitad que la media europea. Baleares se sitúa ligeramente por encima, con un 0,46 %, lo que deja al Archipiélago lejos de regiones de países punteros como Irlanda, Bélgica, Alemania, Dinamarca, Francia, Países Bajos, Suecia o Luxemburgo. Eso significa que Baleares comparte con el resto del territorio estatal «un panorama preocupante que evidencia un insuficiente desempeño de la economía en términos de productividad», según asevera Valentín Pich, presidente del Consejo General.

Por su parte, el director del grupo de investigadores responsables del estudio, José Carlos Sánchez de la Vega, se refiere a cuestiones como la necesidad de incrementar la productividad para lograr, en última instancia, un aumento de la capacidad adquisitiva de los trabajadores y, por tanto, una mejora del bienestar social. «Los crecimientos de productividad permiten crecimientos salariales y de capacidad adquisitiva de los trabajadores sin provocar tensiones inflacionistas ni desajustes en el mercado de trabajo».

En la división por sectores económicos, la productividad en Baleares es mayor en actividades inmobiliarias y en actividades financieras y de seguros. El informe indica que aunque se trata de los sectores más eficientes en todos los territorios de la geografía española, «se trata de sectores muy singulares». En el extremo opuesto, actividades artísticas y recreativas y agricultura, ganadería y pesca. Por otro lado, las disparidades regionales en cuanto a la renta per cápita han tendido a incrementarse después de la pandemia, lo cual ha acentuado las desigualdades territoriales.

Según un reciente informe de Impulsa Balears, las Islas continúan atascadas en un tramo a la baja de la tabla europea en cuanto a renta per cápita y competitividad global, lo cual evidencia un «pinchazo en eficiencia» que «sigue lastrando la posición competitiva y repercute negativamente sobre aspectos de sostenibilidad social».

Desde la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), su presidenta, Carmen Planas, afirma asimismo que «durante demasiados años, la baja productividad ha dificultado que las tasas de crecimiento económico de las Islas se tradujeran en más calidad de vida y bienestar para la sociedad». Unas condiciones en las que, defienden los empresarios, «resulta difícil sostener a largo plazo un incremento nominal de los costes laborales por encima de la productividad».