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Baleares y Cataluña son los dos territorios de España en los que más rápido se expanden las enfermedades de transmisión sexual, especialmente la gonorrea. En opinión de los expertos la alta cifra de turistas que nos visitan tienen mucho que ver en ello.

Los especialistas en atención a las víctimas de trata de personas advierten desde hace tiempo de que «Baleares se ha convertido en el principal destino de turismo sexual de España y uno de los mayores de Europa». Así lo afirmó Valeria Esteban, coordinadora de la delegación de Nueva Vida en las Islas, en el marco del Día Internacional contra la explotación sexual y la trata de personas. La suya es una entidad que ofrece atención integral a las víctimas de trata.

Tomeu Moyà, investigador del Grupo de resistencia a los antibióticos y patogenicidad de las enfermedades y bacterias, especializado en enfermedades de transmisión sexual, explica que «cada vez hay más rumores de turismo sexual en Baleares. Algunos recurren a ‘profesionales’ y otras veces realizan quedadas en las que se juntan orgías y drogas y cuando se consumen drogas la gente baja la guardia».

Según la encuesta europea EMIS 2017 sobre conductas sexuales, dirigida a hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres, en el caso de España entre los hombres que habían tenido relaciones sexuales en los últimos 12 meses, el 14,1% había usado drogas estimulantes para que el sexo fuera más intenso o durara más tiempo en ese periodo y el 7,6% lo había hecho en las últimas 4 semanas.

Es lo que se conoce como Chemsex y se ha convertido en un grave problema de salud pública. El Ministerio de Sanidad advierte que «resulta más frecuente en grandes ciudades como Barcelona y Madrid, donde existe una comunidad gay relevante» pero también «está presente en los destinos turísticos más populares entre el colectivo gay como Torremolinos, Maspalomas, Sitges, Ibiza y Valencia, entre otros».

El microbiólogo Tomeu Moyà explica que la gonorrea actúa como «una bomba de relojería silenciosa» porque «hay mucha gente portadora asintomática que si hace turismo sexual o va a ese tipo de fiestas (sobre todo muy de moda en la comunidad homosexual) puede ser un foco importante de transmisión».

«El 80 % de los casos de gonorrea se dan entre varones de una edad media de 34 años homosexuales que prescinden del preservativo», afirma.