El sector ha ofrecido este miércoles una rueda de prensa para explicar su postura ante la llegada de Uber. | Pilar Pellicer

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El sector del taxi está crispado tras el anuncio de Uber de empezar a operar en Mallorca a partir de este jueves, pero poco pùeden hacer. Advierten de que su llegada a la Isla es ilegal por dos motivos: no tienen la licencia urbana necesaria para operar en los municipios y el servicio debe pedirse, según normativa autonómica, hasta 30 minutos antes.

Ante este escenario, Taxis-Pimem cree que quien debe actuar es el Govern balear y espera que, pese a estar en funciones, se haga algo al respecto. En este sentido, Mobilitat ha declarado ya que los servicios de Inspección están avisados. Por su parte y de momento, el gremio descarta movilizarse. El enfado es notable, muchos taxistas piden protestas e incluso «paralizar los aeropuertos de las Islas», pero no se harán protestas porque «no cortaremos ingresos turísticos a todos los sectores», ha dicho el presidente la Asociación de Autónomos del Taxi de Mallorca, Biel Moragues. Y, por otro lado, «no caeremos en la provocación y no dejaremos a nuestros clientes en sus manos», ha añadido.

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Este viernes han anunciado una reunión del sector en la sede de Son Oliva para analizar el impacto de este anuncio y la estrategia a seguir si las autoridades no hacen nada al respecto. «Exigimos que inspeccionen, coche por coche, y veamos de dónde vienen», han insistido.

Moragues cree que la empresa VTC ha aprovechado el momento de cambio de gobierno como «una estrategia», porque aseguran que «es su modus operandi».