Los trabajadores del sector en la concentración en Son Castelló de la semana pasada. | Pere Bota

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Los trabajadores del sector del metal en Baleares están rehaciendo su hoja de ruta después de que la asamblea tumbara ayer el preacuerdo firmado con la patronal la semana anterior (78 votos a favor de ratificarlo, 98 en contra). Los sindicatos UGT, CCOO y USO han comunicado esta mañana a la patronal de manera oficial el resultado de la votación. Ambas partes deben concretar ahora las fechas en las que se volverán a sentar para retomar las negociaciones.

Por lo pronto, los representantes sindicales están dedicando el día de hoy a informar a las bases sobre lo decidido en la asamblea de ayer, así como a consultarles sobre los próximos pasos a dar. En cualquier caso, la intención es involucrar al máximo de trabajadores del sector en el proceso. Máxime cuando la asistencia a la asamblea celebrada en el lunes en la sede de CCOO no fue todo lo nutrida que se hubiera deseado.

«Lo de ayer era una asamblea abierta a todo el mundo y parece poco razonable que en un sector con 41.000 trabajadores sean al final menos de 200 votantes los que tomen la decisión final», señala el portavoz de UGT responsable de las negociaciones, Roberto Serrano. En este caso, la mayoría de los 176 trabajadores que acudieron a la asamblea consideró que el incremento salarial pactado con la patronal no se ajustaba a sus expectativas ni era lo suficientemente alto como para recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años.

Ese incremento contemplaba un 4 % de subida en las tablas salariales para este año y cada uno de los dos siguientes y un 2 % adicional para 2023 en concepto indemnizatorio por la inflación. Asimismo, se aplicaban subidas análogas en materia de dietas y kilometraje. Se trata, por tanto, de una subida salarial acumulada del 12 % a la que se le debería sumar la del 6 % pactado el año pasado, además del 1,5 % en indemnización también de ese año.

Lo que a juicio de los representantes sindicales parecía un acuerdo con unas condiciones «bastante aceptables» y que «iba a cambiar la vida de mucha gente», en palabras del propio Serrano, acabó por ser rechazado por la asamblea, lo que abre ahora un periodo de «reflexión» entre sindicatos y trabajadores.

En todo caso, la intención de los sindicatos es la de retomar las negociaciones con las condiciones prepactadas con la patronal como punto de partida, es decir, como un mínimo que no se pueda rebajar en adelante y que, por lo tanto, solo pueda ser mejorado. Está también por ver si la Conselleria de Model Econòmic, Turisme i Treball del Govern volverá a ejercer de mediadora entre las partes.