Una de las calles del barrio Son Armadans, con las aceras llenas de hierba.

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Los vecinos de Son Armadans se quejan del mal estado en el que se encuentran sus acercas debido a la hierba que crece y no se retira, dificultando el paseo sobre todo en compañía de animales. «Esto parece Jumanji», critica un vecino que se ha puesto en contacto con este periódico debido a la dejadez por parte de Emaya en ese este barrio.

Asegura que el servicio de eliminación de hierbas de Emaya no ha pasado por la barriada en mucho tiempo y la situación cada vez está peor: «No dejan de crecer y dificultan el paseo a los vecinos, sobre todo los que tenemos perros». El crecimiento de la mala hierba se concentra, sobre todo, entre las grietas del pavimento de las aceras, que no solo incomoda a la hora de caminar o estacionar el coche –este vecino asegura que también crecen ramas y complica la salida del vehículo– sino que llega a los portales.

Los vecinos se quejan de que las hierbas impidan caminar con tranquilidad y estacionar los coches.

Las calles Almirante Gravina, Pilar Juncosa o Núñez de Balboa son solo algunas de las afectadas del barrio. «No es un caso aislado. Desde que vivo aquí hace cinco años, como mucho habré visto una vez a los operarios quitar las malas hierbas. Y ya no solo es que nos molesta, sino que crea mala imagen a los turistas que pasan por aquí para llegar al Castell de Bellver».

La primavera es una de las épocas donde más florecen hierbas en las aceras. El mes de marzo, el servicio de Emaya desbrozó 130.000 metros lineales en espacios públicos en un total de 15 barrios.