Turistas en una terraza del centro de Palma. | Jaume Morey

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La Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) estima que este será el año de la recuperación definitiva del Producto Interior Bruto (PIB) que el Archipiélago tenía justo antes de la irrupción de la pandemia. Los buenos resultados del pasado ejercicio, anclados en el despegue del empleo y la facturación del sector turístico, consiguieron contrarrestar los efectos de la inflación y de la incertidumbre global.

El informe Evolución Económica sobre el cuarto trimestre de 2022, dado a conocer por la Confederación en el día de ayer. En base a esos datos, Balears logró un avance del 11,2 % el pasado año, una tasa que mejora el primer acelerón de 2021 (9,8 %) y que se va a situar, vaticinan, por encima de la de 2023: las perspectivas de crecimiento se atemperan después de haber dejado atrás la fase de expansión y haber entrado de lleno en una nueva fase de desaceleración.

Con todo, será suficiente para consolidar una recuperación completa. Según indicó la presidenta de la CAEB, Carmen Planas, «si no tenemos nuevos sobresaltos, creemos que durante 2023 la economía balear acabará por recuperar todo el PIB que tenía en 2019».

En el desglose por islas, Mallorca sigue siendo la más rezagada en el proceso de recuperación con un -4,3 % de PIB respecto a 2019. Menorca está más cerca con un -3 %, mientras que Ibiza y Formentera son las islas con un crecimiento más intenso que las deja a solo un -2,4 % de los niveles prepandemia.

El informe hace hincapié en una de las constantes del discurso de los empresarios durante el año pasado: que el récord de facturación -especialmente en el sector servicios- no ha arrojado la rentabilidad deseada por culpa del aumento de los costes.

Por otro lado, el debilitamiento del consumo privado fue el principal frenazo para el crecimiento económico durante el cuarto trimestre. «La erosión del poder adquisitivo de las familias continúa lastrando el consumo privado», señala el informe para explicar que el ahorro que se había ido acumulando durante la crisis sanitaria no ha podido impulsar el gasto agregado de los hogares por la pérdida de confianza y la incertidumbre. El gasto de los no residentes, por contra, se logró mantener gracias al alargamiento de la temporada turística.

De cara a 2023, el informe se refiere a la necesidad de «extremar la vigilancia» ante elementos que pueden mermar el crecimiento y el potencial competitivo de las Islas, especialmente el encarecimiento de los costes.